Búsqueda personalizada

viernes, 27 de enero de 2012

OBÚS + Holy Diver - Onda (2005)

Desde mis principios en el mundo del Metal, y después de tantos años escuchándolos, todavía no había tenido el gusto de disfrutar de un concierto de Obús.


Sobre ser una banda que siempre ha sido de mi agrado jamás hice un esfuerzo por acudir a verlos fuera de mi ciudad, a lo mejor inmerecidamente, pero lo cierto es que siempre tuve otras prioridades a la hora de acudir a un buen concierto, posiblemente, y manteniendo cierta seguridad por ser un grupo español, de que llegaría el día adecuado para verlos en alguna población cercana a la mía. De hecho, la banda estuvo en alguna de ellas, pero entonces me cogió demasiado joven (entre otras cosas) y tan apenas me interesé por acudir. 

Y así fueron pasando los años, distrayéndome con la evolución de otros grandes grupos y cada vez más desconectado en intentar ver a Obús. Pero al final fue precisamente en mi pueblo donde los vi, en Onda, tardaron tres décadas pero… aquí estaban. Todo ello gracias a un colega (Jesús D.M.) que fue quien realmente se interesó por traer a la banda encargándose él mismo de gestionarlo absolutamente todo. Así que aquí estaban los legendarios Obús para mi entera satisfacción y la de unos cuantos paisanos fieles seguidores de la banda.
El concierto se celebraba en el Pabellón Polifuncional Vila d´Onda, actualmente denominado (en 2016) Pabellón Victor Cabedo, en homenaje a un joven ciclista de gran reconocimiento que desgraciadamente nos dejó tras sufrir un desafortunado accidente. 

Un lugar a menudo muy criticado por los ondenses por su mala sonorización, algo bastante debatible, ya que las pocas veces que he podido disfrutar de un directo en ese lugar nunca me ha sonado mal, algo que discrepa totalmente con otras muchas opiniones, lo que me hace pensar en algunos aspectos respecto a esa discrepancia.

El primero, es que todo el mundo tiene un oído o apreciación diferente a la hora de saber si la música se oye mejor o peor, eso aparte de los gustos de cada cual.

El segundo, es que según tu ubicación dentro del recinto pueden variar las diferentes audiciones significativamente.

Y el tercero, es que la mesa y su fiel administrador cambian en cada evento y eso es una causa muy probable, y en muchas ocasiones, de que pueda ser el absoluto culpable de que un directo pueda sonar bien o mal. Por lo tanto… no toda la culpa del sonido puede achacarse al recinto, que no es que sea precisamente un museo del sonido, pero a lo mejor quien gestiona la mesa es motivo más que suficiente para constatar que en ciertas ocasiones el sonido en el recinto pueda ser bueno o malo. Con esa incertidumbre acudí a ver el espectáculo.

El acto se programó para el 22 de Octubre y formaba parte del programa de fiestas de la FIRA D´ONDA 2005 con entrada gratuita. Así que esta es otra de las pocas entradas que no puedo mostrarles, ya que no existe tal.

Los primeros en actuar fueron Holy Diver, un grupo local que se dedicaba a versionar a otros grupos y en el que tocaban varios conocidos míos, entre los que se encontraba el batería y organizador del evento. Sonaron bastante bien, aunque yo siempre fui muy exigente con este tipo de bandas y tan apenas me llamaron la atención. Aunque hay que reconocer que le pusieron muchísimas ganas, más cuando sabían que detrás del telón había una leyenda del Metal escuchándolos. Y lo cierto es que divirtieron al público con sus ya habituales temas clásicos de bandas históricas de los dorados años ´80.

Más tarde venía el turno de Obús. No había mucha gente, más o menos alrededor de 500 personas contando por lo alto. Yo estuve situado en el lateral derecho, unos metros en frente de la barra que hay en ese lado y a unos 20 m. del escenario. Desde allí vi todo el concierto. Pasé buena parte de este a solas, porque la gente más conocida estaba pegadita frente al escenario. De vez en cuando venían para pedirse una cervecita a la barra, y tras un corto pero intenso diálogo al cruzarse conmigo, volvían de nuevo… ¡a la batalle!.

Estuve muy atento con el sonido, especialmente de cómo sonaban las canciones más clásicas del grupo y también muy pendiente del desarrollo de los componentes en escena, sobre todo de Fortu.

¿Cuál fue mi opinión después de lo vivido?, pues que fue un directo sensacional, con un Fortu casi veinteañero con la misma voz que hace 30 años, mucha complicidad y actividad de los instrumentistas y un sonido más que decente. Desde allí escuché temas como `Va a estallar el obús´, `Vamos muy bien´, `Dinero, Dinero´ o `La Raya´, que me sonaron idénticas a cuando de joven me ponía esas canciones a todo volumen. No escuché ecos, ni retumbes, ni acople alguno que desluciese la actuación, probablemente por ser una banda veterana en esto… y en hacer sonar bien una mesa.

La gente se lo pasó en grande con tantos temas conocidos de los que constaba el setlist, incluso subió algún paisano a cantar con Fortu.

En definitiva, un agradable directo con buen sonido, ameno, divertido y a la altura de las circunstancias.

Al finalizar el concierto me dirigí a la Peña Amnesia, local donde se reunían durante la semana de fiestas los Heavies más conocidos de nuestra población. La puerta estaba cerrada. Todavía no habían llegado del concierto de Obús. Esperé unos minutos y comenzó a llover ligeramente, y como había estado toda la noche un poco distante y apagado por motivos ajenos que no vienen al caso y encima se puso a llover, pues decidí irme a casa. ¡Maldita decisión! porque al día siguiente me contaron que Fortu había estado haciéndose unas birritas en la Amnesia. 

Una ocasión perdida para poder entablar una buena conversación con él y echarnos unas fotos extraordinarias de las que ahora, lamentablemente, no podemos disfrutar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes expresar tus opiniones. Se publicarán tras su revisión.