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martes, 10 de septiembre de 2013

FESTIVAL LEYENDAS DEL ROCK - Villena (2013)


Creo que, definitivamente, este festival intenta poner la directa. Tras varios años de andadura parece ser que se decidieron por apostar más fuerte con el nivel de las bandas y apartarse un pelín de la pesada monotonía de tantos grupos hispanos que año tras año suelen asistir al festival, aunque todavía quedan flecos por pulir en ese aspecto. Bandas como Barón Rojo, Ñu, Saratoga, Warcry, Obús, Azrael, Beethoven R., Lujuria, Leo Jimenez en sus diferentes facetas, o Medina Azahara en el día de presentación, siguen repitiendo hasta la saciedad casi en cada cita. 

De cualquier forma, hay que felicitar a la organización por el verdadero interés que muestran año tras año en celebrar dicho evento y por haber logrado medio escapar de esa monotonía antes mencionada que parecía tenerles atados de ideas. 

Precisamente, esto era algo que en Críticos del Metal reclamábamos con cierta urgencia en nuestro post `Sobre el Festival Leyendas del Rock´, todo con la intención de animar a que el festival subiese algún peldaño más para ubicarse en un puesto más acorde a lo que el público Metalero nacional desea en el fondo, o al menos, eso es lo que creo.

Así que, aunque todavía faltan escalones por subir, por fin el Leyendas se puso en cierto modo las pilas y la recompensa no se hizo esperar. Las destacadas cifras de público asistente a esta octava edición corroboran lo que digo. Hasta se notó la emoción de quien se dignó a comentarlo por el micro de uno de los escenarios durante la segunda jornada de conciertos. 

Sin duda, el mejor Leyendas hasta esa fecha y por diferencia. Eso de mezclar más estilos y ahondar un poco en ellos ofreciendo buenas bandas, parece que gusta al público en general y es cebo para reclamo de muchos Metaleros de cualquier “especie”. 

Por ese motivo, también debemos felicitar a la organización por su labor, más aún cuando consideramos que la nueva iniciativa de poner a la venta 400 abonos a precios especiales para la siguiente edición con varios grupos ya contratados, es un acierto como la copa de un pino. No me digan que ver allí mismo a Arch Enemy, Wintersun (aunque luego cayesen del cartel) y W.A.S.P. para la edición del Leyendas 2014 no es cosa de mérito, eso además de otras bandas nacionales también confirmadas que no eran las de casi siempre. Ese es el espíritu que en Críticos del Metal buscábamos en su día cuando posteamos nuestra crítica hacía la filosofía cansina del festival. 

Enhorabuena por ese pequeño cambio de chip. Seguro que, tanto la organización, como los Metaleros de media España, estamos más que satisfechos con ese cambio. Eso sí, ahora habría que evitar a toda costa volver a caer en el pasado y se debería trabajar muy bien el festival hacia el futuro para seguir subiendo escalones sin ningún miedo a tocar techo, ni a prescindir durante unos añitos de algunas de las bandas habituales antes mencionadas, más que nada para que puedan dejar hueco a otras y de paso se hagan desear un poco más por su público con el paso del tiempo.

Otro asunto a destacar son los precios. Creo que pagar 55 € en taquilla por la entrada fue bastante asequible para no arrasar los bolsillos de los asistentes. Los precios de las consumiciones también fueron algo respetuosos y se pudieron digerir más o menos bien. La suma de estos dos factores da como resultado una afluencia mayor y un consumo menos mesurado, lo que prácticamente asegura el éxito en todos los aspectos. Estoy seguro que, sin columpiarse, todo funciona mejor mientras se traigan buenas bandas y se mantengan buenos precios.


Entrada
En referencia a la ubicación general hay varios asuntos que comentar, pero antes tengo que decir que la zona interior fue uno de los mejores recintos que he visto desde que asisto a este tipo de eventos; sino el mejor. Un recinto municipal cedido por el Ayuntamiento de Villena donde también se celebraba a la semana siguiente otro festival, el Aupa Lumbreiras, aunque este ya es de otro estilo musical bastante distante a nuestros gustos.

A continuación destaco lo que más me gustó del recinto en su conjunto:

Justo antes de entrar, en el paseo de entrada y salida (unos 500 m. aprox.) hasta llegar a las taquillas, se podía disfrutar de una tupida y agradecida sombra de árboles que daba gusto, donde la gente se sentaba o se paraba a descansar y a refrescarse durante los desplazamientos.

Pulsera de acceso
En el interior del recinto también había muy buenas zonas de sombra: en la subida del paseo tras los controles de acceso, en el pinar y en la zona de descanso. Eso aparte de las típicas carpas instaladas en las barras que en varias ocasiones estuvieron abarrotadas de gente buscando evitar los abrasadores rayos en las horas punta de sol.


El interior
Aunque nosotros no la catamos, la zona con piscina también tuvo su gancho y se presenciaba impoluta y muy cuidada. Sólo se pusieron a la venta 625 abonos a 15 € + gastos por los tres días. En un principio, por otros mares de la red, criticamos ese precio y las exageradas condiciones de acceso. Concretamente me chocaban mucho dos de ellas:

- 5ª: `Está completamente prohibido fumar en el área de la piscina´.
- 6ª: `No se permitirá el uso de gafas de bucear, pelotas, colchones, hinchables o similares´.

La primera, poniendo unos simples ceniceros, la veo fuera de lugar por estar al aire libre. La segunda me da risa, es como quitarle a un niño el balón para que no se escuchen los chutes o para que no te peguen un balonazo en la testuz. Pero, tras ver in situ las instalaciones, nos vemos obligados a rectificar en lo del precio y creemos que vale la pena resignarse a esas dos condiciones durante un rato, aunque hieran, porque era una pasada de piscina para poder disfrutar de un buen paréntesis festero aun sin balón.

Las colas en las taquillas fueron casi inexistentes (excepto en alguna hora muy puntual) y los habituales controles de acceso no se hicieron molestos.

Acceso
Pisar la espesa capa de césped al llegar a la zona de escenarios fue espectacular, esponjoso, fresquito y muy agradecido; un lujo.

Buen colchón de césped
La zona de descanso me sorprendió muchísimo: un puesto de comida bastante decente, uno de bebida, otro de helados, un espacio con césped para relajarse, vestuario y un bar a escasos metros; todo un acierto. Quiero destacar la buena limpieza de las mesas y sillas de la terraza, porque en este punto suelen pecar todos. 

Lo habitual cuando te arrimas a un espacio de este tipo, es ver y comprobar que da asco la poca consideración que se tiene con la gente Metalera por la cantidad de mierda que se puede llegar a acumular en ellas desde el día anterior y que dejan irrespetuosamente sin limpiar, por lo que da pena y náuseas sentarse a comer sobre “pegamento” y roña festera. Pero en este Leyendas del Rock 2013 estuvo todo como una patena. Ya era hora de que alguien tuviese un poco de vergüenza y miramiento, ¡por fin comimos a gusto!.

Area de descanso
La distancia del tercer escenario (Mark Reale) respecto a los dos principales era prácticamente insignificante y los sonidos de ambos no se mezclaban una vez situado frente a él. 

Excepto la línea de sol que se ve en la foto que se colaba por las tardes, era una pista cubierta en sombra con una pequeña grada para sentarse que fue muy agradecida a ciertas horas, igual que la barra que había enfrente.

Escenario Mark Reale
Pero después de todo lo comentado, lo que más me gustó y sorprendió fue el sonido. Potencia a raudales y nitidez absoluta. De lo mejorcito en audio que he podido sentir al aire libre, porque se escuchaba perfectamente desde cualquier ángulo y sonaron muy bien todos los grupos que pude ver o escuchar, fuesen del nivel que fuesen, otro asunto del cual también hablamos por aquí en el post `Sonidos penosos´. 

En este punto debemos exceptuar el corte en seco que sufrieron Kreator durante su actuación y que se solucionó en pocos minutos. Después de escuchar la explosión que se oyó pensé que la cosa iba a dar más problemas de los que finalmente se dieron.

Otro acierto que tuvo la organización fue el tema de la recogida de vasos x €uros. De este modo se lograron "matar tres pájaros de un tiro": funcionó mejor la limpieza, se ahorraron trabajo y a más de uno le dieron una alegría. Buena iniciativa.

Ciertamente es maravilloso poder hablar así sobre un festival, pero eso no quita que hubiese cosas que no nos gustaron, aparte de las bandas cansinas. En este caso fue, como no, LA YA HABITUAL Y PUÑETERA CERVEZA CRUZCAMPO, que da pena hasta olerla y amarga como cosa mala. Ya no te cuento si se calienta un pelín.

Por otra parte, las tiendas Metal, en mi opinión, aunque no estaban mal… floja variedad y muy poca distinción entre unas y otras, excepto algunas muy concretas.

Tampoco me gustaron los precios del alquiler de los boxes con enchufe para poder cargar los móviles.
Respecto a la zona exterior, me refiero a la zona de aparcamiento y el camping, de pena. Aunque me repugne, no es que me sorprenda que hubiera polvo a borbotones, ya que es lo más típico que se suele ver cuando acudes a un festival de estas características, pero debo decir que esto descuadra a cualquiera tras ver tan precioso interior y tan desastroso exterior. 

Yo casi que iría pensando en acondicionar esa zona para que los fieles al festival no tengan que soportar un “rebozado de chocolate” tras la deseada y necesaria ducha bajo la chicharrina veraniega, para no tener que tragar chorros de polvo a través de los conductos de aire del vehículo, o para poder comer a gusto con los colegas frente a las tiendas de campaña sin tener que ingerir una cucharada de tierra en cada bocado. 

¿No se ha logrado marcar distancias con otros festivales nacionales con tan sensacional interior y atractivo cartel?, entonces… ¿por qué no se trata de marcar también diferencias con el exterior?. Sería un puntazo grandioso. Para ello, aunque el césped sería una opción ideal, tampoco es que haya que complicarse mucho la existencia, con otro tipo de tierra (más rojita) y regándola ligeramente de vez en cuando, al menos se evitaría el sufrimiento respiratorio de la gente y las odiosas “tormentas de arena” cada vez que alguien da un paso o se mueve un vehículo.



El exterior
Otro matiz que no puede pasar por alto es la seguridad. Tratándose de un evento ubicado justo al lado de cierto barrio residencial de la ciudad, se notó una buena presencia policial por algunas zonas del complejo, pero muy pobre en otras, como el parking/camping, sobre todo en sus zonas más alejadas al recinto de conciertos. Allí se podía divisar un extenso cañar por donde hubo algún robo frustrado durante la madrugada del jueves al viernes, y evidentemente, otros constatados que posiblemente podrían haberse evitado con más presencia policial de la que hubo por esa zona. Pero claro, lo entiendo en cierto modo, supongo que allí había demasiado polvo como para tener que patrullar constantemente ese espacio ensuciando el coche y los uniformes de manera tan notable. Y vuelvo a lo de antes, acondicionándola también se solucionaría esto. Seguro que entonces no escasearía tanto la seguridad.

A fecha de hoy, y según la información que conocemos, debo dar por supuesto que habría que lograr un compromiso más a largo plazo con el Ayuntamiento de la localidad para que saliera más ventajoso para todos acondicionar el exterior. Yo no descartaría nada después de ver el gran éxito que tuvieron los dos festivales consecutivos citados aquí hasta la fecha de este post.

Tras despachar nuestra particular visión sobre el complejo en general, ahora nos toca opinar sobre lo que vivimos por dentro sobre el terreno de juego.

Escenarios Jesús De La Rosa y Azucena
La primera noche (jueves 8 de agosto) tan sólo deseábamos conocer el recinto y tomarnos unas copas antes de irnos a cenar a la zona de parking/camping. Durante esas copas pudimos disfrutar del directo de Dünedain, un grupo que conocíamos y que no era muy de nuestro gusto, pero se lo curraron de lo lindo y percibimos facetas musicales y una técnica guitarrera dignas de mención. 

Al resto de grupos los escuchamos a la perfección desde el camping durante toda la noche. Nos gustaron mucho Stingers, que versionaron a Scorpions sonando literalmente idénticos, vocal incluido.
La jornada del viernes amanecía con el típico fresco matinal al estilo albaceteño. Aunque estábamos en la provincia de Alicante, el clima a 58 km hacia el interior, y la relativa corta distancia y diferencia de altitud entre Villena y Almansa, me hacía recordar aquellos amaneceres que pasé de guardia en Chinchilla, sobre todo los de la garita 3 “La Loca”, esa de la que ya comenté en su día en otro post por estos lares.

El horario de apertura fue muy cómodo para que el personal de la acampada pudiese asearse, comprar y comer tranquilamente, sin prisas. Ese punto lo veo muy adecuado para que la peña recargue las pilas y puedan disfrutar más y mejor de los directos. Estoy harto de perderme grandes bandas en festivales que comenzaron a horas intempestivas e insufribles. Lo único que consiguen de esa forma es aplastar por agotamiento a mucha gente, y claro, eso luego repercute en el estado de ánimo, y por lo tanto, también en las barras y en el énfasis festero del personal.

Puntualmente comenzaban a sonar los grupos del viernes 9. Comenzamos moviéndonos entre escenarios, primero echando un vistazo a Leo Jimenez, que tan sólo fue eso, un simple vistazo, y luego aterrizando en el escenario Mark Reale para ver algunos temas de Guadaña, que por cierto, nos sorprendieron muy gratamente antes de lanzarnos hacia el escenario Azucena para ver a la pequeña gran Doro

Exhibió un directo bastante clásico, pero muy animado con su inagotable energía y por los típicos temas de Warlock que hicieron las delicias del público. Se le notó muy en forma, como si los años no hubiesen pasado para ella. La sorpresa de su actuación fue la legendaria versión que se marcó de Judas Priest `Breaking the Law´, que hizo explotar de júbilo al personal. El detalle es que, al acabar, Doro no se retiró tan rápido como hicieron otras bandas, aún estuvo varios minutos agradeciendo nuestro énfasis hacia ella y se le notó que estuvo muy a gusto esa tarde, incluso me dio la impresión de que le dolía abandonar el escenario.


Doro
A continuación observamos como aparecían Sabaton en el escenario Jesús De La Rosa mientras nos dirigíamos al área de descanso. Desde allí escuchamos muy bien todo su concierto, pero… aunque parecían muy buenos músicos, no me gustaron nada, me refiero a su estilo propio (me ocurre lo mismo con Dream Theater o Danzig). Cosa de gustos.
Sobre las 22:00 h. volvíamos a colocarnos frente a los escenarios principales mientras saltaban a escena Testament, una banda que no suele fallar y que casi siempre complace a sus seguidores en vivo. En esta actuación noté muy buena calidad en todos los aspectos, sobre todo me encantó su sonido y la potencia que desataron.

Poco antes de terminar Testament nos dirigimos al lado opuesto para conseguir una buena posición para ver por enésima vez a Kreator. Petrozza y cia volvieron a estar a la altura de las circunstancias y atronaron en el lugar, tanto, que algo reventó en seco para sorpresa de todos (como antes he comentado) y hubo un parón de unos 15-20 minutos mientras se solucionaba el problema. Al final pudieron acabar satisfactoriamente su actuación para el deleite de los presentes.

Kreator
Los últimos que vimos en esa jornada fueron los esperados Venom en su primera cita en España. Una banda ochentera que acaparó a mucho público ansioso de poder disfrutar de uno de sus directos de una vez por todas. Venom siempre fue una banda algo áspera para muchos, pero después del conciertazo que se marcaron la inmensa mayoría cambió su opinión hacia ellos, y lo digo después de escuchar las palabras de satisfacción que muchos conocidos muy reacios a la banda pronunciaron tras su actuación. 

Sonaron apoteósicos, oscuros, satánicamente opacos y muy cañeros, como muchos esperábamos escucharlos, pero con el añadido del espectacular sonido que hacía atronar el recinto con una simple caricia a cualquiera de sus instrumentos. Cronos estuvo a la altura, sin duda, me sorprendió bastante ver como mantiene intacto su espíritu Metalero, la voz e incluso el pelo  J. Un crack de la escena. La pena es que ninguna foto de las que saqué son dignas de ponerlas aquí, me salieron fatal, no se si por la emoción o si realmente Venom endiablaron el ambiente.

Tras esta jugosa guinda concluía para nosotros la jornada, no fuese que para ver un rato a los Saurom tuviésemos que tragarnos otra vez a los Barón del siglo XXI.

El sábado sobre las 17:40 h. nos encarrilamos para ver a Picture, banda holandesa que conocía desde los ´80 y que ya debimos ver en el Leyendas 2010 de San Javier cuando cancelaron su actuación, un hueco que finalmente ocuparon los Angelus Apatrida. La verdad es que tenía bastantes ganas de verlos, pero defraudaron a mis oídos, me esperaba otra cosa de ellos en vivo; algo más puestos al día.
Después de la actuación de otro de los grupos insignia del Leyendas (Lujuria), el escenario Azucena volvía a tomar un color serio con la aparición en escena de los austriacos Belphegor. La siniestra atmósfera que crearon durante todo su espectáculo absorbió la atención de bastante público, bastante más del que me esperaba. 

Sonaron muy agresivos y tremendamente aplastantes en ciertos momentos, como si de un bombardeo se tratase, pero sin perder la buena actitud sonora, aunque en ocasiones pareciera que te fuesen a estallar las neuronas. La voz fue desgarradora y cortaba como cuchillos afilados. Nos gustaron mucho, también más de lo que me esperaba.

Belphegor
Ensiferum es un grupo de Folk Metal que tampoco nos complacieron. No nos conquistaron, cosa rara en nosotros tratándose de una banda finlandesa de buen calibre, pero su estilo tan demasiado festero no deja que la contundencia de su música pese lo suficiente como para satisfacer a nuestros tímpanos. Lo dejamos para sus fieles con todo respeto.

Tras ellos, volvía a tener frente a mí a los Accept, esta vez sin Udo Dirkschneider, al cual pudimos ver en la reunión de la banda original en el festival Metalway de Guernica en 2005 y con U.D.O. en el Festival Metamanía 2003 en la Plaza de Toros de Valencia.

Qué pedazo de concierto nos dejaron en esta ocasión, mejor que el de Guernica, con un setlist a la altura de las circunstancias y donde se incluían grandísimos temas míticos de la banda y otros tantos de sus últimos trabajos Blood of the Nations y Stalingrad, de los cuales extrajeron petróleo en crudo. Lo bordaron, sin rallar a la peña con extensos y cansinos bis a bis como ocurrió en la mencionada localidad vasca.

Mark Tornillo, por su parte, dejó su marca de la casa y complació a diestro y siniestro con su grandísima voz. Sin duda, un magnífico recambio en el micro para Accept tras la sombra y el complicado hueco que dejó Udo allá por 1986/87.

Accept
Con esta excepcional actuación quedamos más que satisfechos. El resto, todas ellas bandas “insignia” que todavía faltaban por tocar, ya no lograron, por su repetitiva presencia en el cartel, que nos quedásemos más tiempo en el recinto y nos dirigimos sin pensarlo hacia nuestros aposentos para disfrutar de una velada oyendo su música en la distancia y en buena tertulia crítica sobre lo que habíamos visto durante esa jornada sabatina, que fueron pocas bandas, pero las que disfrutamos… nos saciaron de sobra.

Lo cierto es que nos hubiese gustado disfrutar de más bandas, como Noctem, Crisix, Centinela o José Rubio´s Nova Era (que tenía un cantante impresionante), o incluso de Obús, que si me apuran, son a los únicos que mantendría como verdadera insignia del festival por los directos tan vistosos y animados que siempre suelen ofrecer sin hincarse demasiado en la nostalgia. Pero…, como siempre, las circunstancias varían según sopla el viento y no se puede estar en todo.

Personalmente, puntúo con un notable alto a esta edición del Leyendas del Rock. Con el tiempo veremos si logramos valorarlo con un inédito sobresaliente, y eso, muy pocos festivales de dos o tres días logran merecerlo.