Búsqueda personalizada

domingo, 26 de mayo de 2013

FESTIVAL LORCA-ROCK (2004)

Este fue nuestro primer Lorca-Rock. Hacía ya algunos años que teníamos nuestro particular objetivo muy enfocado hacía ese festival y por fin se presentó la ocasión de poder disfrutarlo, con la gran suerte de que en ese cartel aparecían los germanos Crematory, una banda bastante difícil de ver en nuestro país, de hecho era su primera visita a España. 

En el cartel también estaban los suecos Europe, a los cuales no encontré la ocasión propicia para ir a verlos por allá por finales de los ´80

Así quedó el cartel completo de ese año 2004:


Entrada

Tras cuatro años sin coger unas vacaciones, pudimos ir ahorrando la suficiente calderilla para, finalmente, conseguir reunir 300 pavos muy bien cocinados para nuestro merecido disfrute. 

Cargamos nuestros bártulos, fuimos a buscar a un colega paisano (F.L.), compramos tabaco y partimos de ruta.

Para ese viaje también nos citamos con algunos de nuestros habituales colegas de la Ribera de Valencia, con los que quedamos en pasar por la localidad de Alberic para reunirnos y partir todos juntos hacia tierras murcianas. Y allí nos encontramos con ellos y emprendimos el viaje.

Ya a 70-80 km del Alberic en dirección Murcia, decidimos parar a almorzar en un restaurante a pie de carretera. Almorzamos muy a gusto entre cachondeos y risas con una ilusión bárbara por el buen acontecimiento que teníamos tan en mente. 

De repente, recién pedidos los cafés y las copas correspondientes, pues se me ocurrió darles una alegría a mis colegas; me dije: "voy a pagarlo todo y verás qué contentos se ponen". Me meto la mano en el bolsillo y… ¡quedé blanco al instante!. 

Mi mano seguía buscando, pero esta vez acompañada de la otra mano. Ambas palpaban desesperadamente toda mi cintura como si me quemasen las carnes. Tal fue la expresión de mi cara, que los colegas fueron dándose cuenta de que algo raro ocurría, hasta que uno de ellos me preguntó: "¿pasa algo?, ¿has perdido algo?", lo cual suscitó a que el resto de comensales despistados se fijasen en mí mientras yo seguía en silencio palpando y buscando como descosido, hasta que al fin levanté la mirada y exclamé: "¡tengo un agujero en el bolsillo y ahí tenía 300 pavos!" 

Entonces mi color blanco de cara se contagió de inmediato, no tenían duda de la veracidad de mis palabras. Ese pantalón era un vaquero recortado que hacía años que no me ponía y desconocía de ese maldito y traidor pequeño agujero.

El maldito pantalón
Así que toda la satisfacción inicial se convirtió en un silencio fúnebre al instante. La alegría que quise darles se esfumó convirtiéndose en un mar de desilusión, frustración e impotencia. Buscamos por el local, por el parking y por todas partes sin éxito, hasta que decidí tragar saliva e intentar no pensar en ello y continuar el viaje con la gran putada en mente de tener que ir de cajero sin apenas tener crédito disponible.

Nuestros ahorros se evaporaron en un plis plas. Pero mis colegas no quedaban contentos con mi resignada reacción e insistieron profundamente en volver a Alberic, puesto que en la zona donde nos reunimos no había transeúntes, ya que era un descampado de un parking de un restaurante muy popular de la localidad que estaba cerrado ese día porque, curiosamente, cierran los sábados. 

Ellos pensaban que fue el único lugar donde bajé del vehículo y donde posiblemente me cayese el dinero. Hasta que recordé que antes de esa parada había bajado del vehículo para comprar tabaco, pero eso ya quedaba en casa, a unos 200 km de allí y sin posibilidad de que, aun volviendo, pudiésemos encontrarlos por la tremenda actividad comercial que tenía el quiosco donde compré los cigarrillos. 

Pero aun así, continuaron insistiendo en volver a Alberic (por si acaso). "Yo volvería", me decían todos, pero mi ser se deshacía entre nervios pensando lo que había perdido y la cortada de rollo que les había causado y se me acentuaban mucho más de pensar que si no continuábamos el viaje nos perderíamos también a Dream Evil, que actuaban sobre las 13:00 h., y todavía nos quedaban otros 200 km. por recorrer. 

Esto no les convenció en absoluto y prefirieron volver atrás con la esperanza de encontrar “el arca perdida”. No pude convencerlos en continuar. Así que… volvimos a Alberic pero… nada de nada, que es lo que me temía L (contento se pondría quien se los encontrase, muy contento). Con que, hartos de resignación, nos encaminamos finalmente hacia nuestro destino, al que ya llegábamos tarde.

El festival se celebró ese año en un antiguo cuartel militar de infantería de la localidad Lorquina, un recinto demasiado pequeño para un evento de tal envergadura, donde pudimos comprobar que no había casi hueco para moverse, más si cabe, por la cantidad exagerada de carpas de puestos de avituallamiento y tiendas que había. 

El ambiente en las inmediaciones era muy bueno y hacía un día espléndido pero muy caluroso, así que me hinché de valor y decidí tratar de olvidar por unas cuantas horas tal desafortunada experiencia viajera para poder disfrutar con mis compañeros de ese tan esperado acontecimiento.
Al llegar allí, nos enteramos de que a las Kissexy las habían cambiado de horario, y en vez de actuar en primer lugar, actuaban en el último, después de Europe. Así que nos perdimos a Dream Evil, que presentaban, ni más ni menos, su `The Book of Heavy Metal´.  Triste, muy triste. NO el disco, sino perdérnoslos.

Crematory

Tras acceder al recinto, Crematory saltaban a escena en muy pocos minutos con su ´Revolution´ bajo el brazo, el nuevo disco que lanzaba la banda tras su esperada reunión por la gran aclamación e insistencia de sus más fieles seguidores para que volviesen a los escenarios después de tres largos años de ausencia desde su anunciada ruptura en 2001. 

Nos ubicamos entre las primeras filas a muy pocos metros del guitarrista Matthias Hechler, donde pudimos alucinar por el tremendo “Lorenzo” que caía sobre nuestras testuces (los chorros de agua de las mangueras parecían maná caído del cielo) y también por la gran veteranía y la potente contundencia sonora que desplegaron los teutones. 

Tocaron temas como... `Wake Up´, `Tears of Time´, `The Fallen´, `I Never Die´, `Open Your Eyes´, `Red Sky´, `Revolution´, `Tick Tack´, y la fantástica versión de los Sister of Merci `Temple of Love´, entre otras. 

Ese directo hizo que todos olvidásemos en el acto lo ocurrido durante el viaje. A partir de ahí todo fueron alegrías porque, pocos minutos más tarde, conseguíamos hacernos unas fotos con algunos componentes de Dream Evil, unos tipos muy cachondos (pelotazo incluído) a los que algunos pusieron verdes por alguna actitud reprochable, pero con nosotros estuvieron geniales.

Niklas Isfeldt & JJ Piñón

Fredrik Nordström - F. Pérez - Snowy Shaw
 
Con Fredrik
Poco después también nos retratamos con otros componentes de Crematory, el señor Matthias y el bajista Harald Heine, con los que estuvimos un buen rato de cerveceo entre buenas risas. Una curiosidad: era muy consciente de que estar en ese momento con ellos era una oportunidad muy difícil de repetir, así que me dirigí hacia la barra para pedir dos litros de cerveza para compartirlas con todos y alargar más su estancia entre nosotros. Las cogí y me encaré directamente hacia ellos dos para hacerles el honor de ser los primeros en beber. 

Le di un vaso a cada uno y… ¡sorpresa!, no soltaban las birras de ninguna manera, ya sabéis, eran alemanes y no caí en ello hasta ver la parsimonia con la que se bebían sus cervecitas, y entonces lo entendí, las cogieron como un regalo, puesto que, poco después, Matthias me regalaba con toda su buena intención un bote de cerveza que llevaba en su bolsillo, por supuesto, más caliente que un potaje de garbanzos. 

En un principio iba a guardármela de recuerdo, pero decidí ser tan germano como ellos y atizármela tal cual temperatura (no sea que también la perdiese de camino). No hacen falta más palabras para saber cómo impactó tal bocanada de caldo en mi cabeza, pero me sentí feliz, muy feliz J

Con Matthias & Harald
Más tarde aparecían en escena After Forever, banda que no nos llamaba nada la atención, por no decir que no nos gustaban. Eso aparte de los problemas de sonido que tuvieron.

Luego le tocaba el turno a Axel Rudi Pell. Este era el segundo directo que veíamos de ellos. El anterior fue aquel tan desastroso que vimos en el Festival Rock-Machina de Moncofar en 2001. Pero en esta ocasión, sí que pudimos ver a la banda a un buen nivel, con un cantante espectacular (Johnny Gioeli) y un batería descomunal (Mike Terrana). Sobre Axel tan apenas comentaré, puesto que el ventilador parece ser su mejor aliado en sus directos incluso más que su propia guitarra.

Axel Rudi Pell
TNT fueron los siguientes, banda de estilo Hardrockero a la que estuvimos viendo durante unos minutos, hasta que decidimos “sacrificarlos” para tomarnos un descanso y salir un rato al exterior.

Más tarde actuaban Magnum, pero poco vimos de ellos, porque el ambiente en los garitos y pubs del exterior estaba bastante animado a esas horas y tardamos más de la cuenta en volver a entrar al recinto.

Ahora ya les tocaba el turno a los escandinavos Europe. En un principio pensaba que iba a ser un directo mucho más flojo de lo que al final fue. Se marcaron un concierto magnífico, en el que nos hicieron sentir grandes sensaciones ochenteras y en el cual estuve brincando y cantando como nunca lo había hecho. Me sorprendieron muchísimo, ¿o sería por las birras y mi grandiosa persistencia en olvidar el asunto del viaje?. No sé, pero lo cierto es que estaba como poseído cantando cada uno de los temas de su fantástico y extenso repertorio: Seven Doors Hotel, Wings Of Tomorrow, Superstitious, Time Has Come, Ready Or Not, Heart Of Stone, King Will Return, Scream Of Anger, Sign Of The Times, Stormwind, Carrie, Open Your Heart, Let The Good Times Rock, Yesterday News, Cherokee, Rock The Night, Start From The Dark y The Final Countdown

Gran actuación. Por cierto, justo delante de nosotros todavía andaba algún miembro de los Dream Evil, a quien empujábamos por la espalda para que se sostuviese en firme. Menudo pedal llevaba… jojojo.

Europe
Por último salían las Kissexy a poner la guinda al pastel, pero, como he dicho antes, no lograron captar nuestra atención, más bien fue al revés. Ganas sí que le pusieron las chicas, pero no las vi con la suficiente categoría como para tratar de imitar a figuras tan grandes como son los auténticos KISS. Otra cosa es pasar un rato musical más o menos agradable durante una noche veraniega, que no está mal, pero sin tomarse enserio lo de imitar a grandes.
En definitiva, que al final fue un buen día con algunos altibajos y un “altialto” que nos quitó el hipo y nos marcó el ánima, pero nos lo pasamos en grande. 

- "¡Ahí tus pelotas Ñón!", me dije a mí mismo, ...pero aún me duele.