El cartel de
este evento fue para enmarcar. Muchas bandas de calado aparecían en él y se
consiguió acaparar la atención de miles de personas. Para mí, la composición de
ese cartel fue, sino la mejor, una de
las mejores que he visto, especialmente por la combinación de estilos de Metal que había y porque no se saturó el
cartel llenándolo de bandas de menos caché.
El festival
estaba fechado para los días 10 (fiesta de presentación), 11, 12 y 13 de julio,
justo en el mismo lugar donde ya se celebraba el Festival Viña Rock, en el
Recinto Ferial de Villarrobledo (Albacete)
El jueves de
buena mañana partíamos hacia allí inundados de sensaciones y mariposillas en el
estómago por lo que se avecinaba. Sabíamos muy bien que con un cartel así no
iba a haber hueco para contemplaciones. Eso, añadido al sofocante calor que
hacía de buena mañana, creaba un cóctel que presagiábamos maratoniano. Y vaya
si lo fue.
Hacía unos
años estuve haciendo el servicio militar en Chinchilla, otro pueblo de la
provincia de Albacete donde había zonas donde podías contar dos o tres árboles
entre gigantescas extensiones y hasta donde te alcanzara la vista, es decir, un
desierto casi en toda regla.
Lo comento
porque no conocíamos Villarrobledo y la única información que teníamos de la
localidad es que estaba en Albacete. Y es que Internet aún no era lo que unos
años más tarde comenzó a ser, y los PC’s, en general, eran lentísimos. No
desperdiciabas demasiado tiempo buscando cosas online ni existían las webs y
aplicaciones que existen ahora. Eso sí, personalmente, presagiaba que nos
íbamos a encontrar con un desierto similar al de Chinchilla.
Y
ciertamente así fue, pero mucho más pedregoso que las extensas hectáreas de
cebada de Chinchilla. La extrema dureza del terreno y la falta total de sombra
en la zona de acampada complicó bastante las cosas. Clavar las piquetas de la
tienda de campaña fue terrorífico incluso golpeándolas con una buena maza. Se
doblaban como fideos a remojo. Mientras tanto, el sol iba machacando nuestras
espaldas y testuces como un taladro.
Aun así,
cuando llegamos al lugar ya se contemplaba una gran extensión de tiendas de
campaña tostándose bajo un sol infernal. Las casetas de WC instaladas por la
zona despedían un hedor insoportable y cuando ibas a buscar hielo para reponer
en los bolsos nevera volvías corriendo porque se te fundía a la velocidad del
rayo.
De vez en
cuando se levantaban remolinos estilo tornado que alzaban la tierra del suelo y
lo ponían todo perdido allá por donde pasaban. A nosotros nos pilló uno por
sorpresa. Teníamos el vehículo abierto por detrás e instalamos unas cuerdas
donde atamos unas mantas para hacernos sombra a la hora de comer. Cuando nos
disponíamos a comenzar, nos percatamos de que a cierta distancia había varias
bolsas y cartones dando vueltas a unos veinte metros de altura que se iban
acercando. No nos dio tiempo a reaccionar para desmontar el chiringuito y la
tierra entro por todas partes en el vehículo. Sólo pudimos tapar la comida con
unos trapos. Lo dejó todo con un dedo de tierra y esto nos llevó un buen rato
extra de limpieza antes de poder comer mascando algunas porciones de comida
terrosa que escupíamos en el acto.
Recuerdo que
en la cola para ponernos las pulseras el sol brillaba como si fuesen dos.
Deslumbraba de tal manera que tan apenas podías mirar a la distancia. Se te
cerraban los ojos. Esa cola se nos hizo eterna y nos pusimos como gambas en
menos de media hora, de hecho, las gafas se nos quedaron marcadas en el rostro
como cosa mala.
Pulsera Metalmanía 2003 |
Una vez
entrabas en el recinto había una zona donde podías refrescarte bajo unos arcos
que expulsaban agua pulverizada. Encontrarnos con eso fue como hallar un oasis
en el desierto. Estando allí me sentía tan aliviado que me dije: “voy a liarme
un cigarrillo aquí mismo”. Y es lo que hice tapando el papel y el tabaco como
pude, hasta que lo conseguí. De pronto, la gente se puso a aplaudir.
Concentrado en mi labor, no me había percatado de que me estaban observando.
Eso supuso unas buenas risas, y más, cuando el cigarrillo encendió sin
problemas.
Nunca había
estado en ese recinto y me pareció genial. Al principio me temía que fuese de
tierra como en el exterior, pero estaba casi todo asfaltado, o al menos la
parte donde más íbamos a pisar. Frente al escenario estaban situadas las carpas
de comida, bebida y tiendas formando una U. Ponerse bajo una de esas sombras
era gloria bendita, excepto en las tiendas, que estaban tapadas por los
laterales. Asomar la cabeza al sol tras la estancia bajo esas sombras, era
terrible. Te machacaba. Además, el asfalto radiaba como una estufa de queroseno.
Respecto a las
bandas, tengo que decir que nos perdimos muy pocas. En aquellos años aún
estábamos en forma para poder aguantar una detrás de otra haciendo pequeños
paréntesis para descansar. El cartel fue este:
Jueves 10: The Bon Scott Band y Doro
(fiesta de presentación en la Carpa Mephisto)
Viernes 11: Rebellion,
Overkill, Apocalyptica, Sepultura, Nightwish, Slayer y
Blind Guardian.
Sábado 12: Primal Fear, Hammerfall, Barón
Rojo, Saxon, Iron Maiden, Dio y Stray.
Domingo
13: Dark
Tranquillity, Exodus, Immortal, Kreator, Masterplan , Stratovarius y
Motörhead.
Sencillamente
ESPECTACULAR en términos generales. Y digo esto, porque en mi opinión, si
hubiesen cambiado a Blind Guardian y Stray por otras dos bandas bien buscadas,
el cartel hubiera sido IMPECABLE.
Hablando de las entradas, se nos olvidó pedirlas en taquilla. Más tarde, un amigo nos dio estas
dos. La del domingo la perdió.
Entradas Metamanía 2003 |
En esta ocasión, las bandas que no vimos fueron: Sepultura, Blind Guardian, Barón Rojo,
Stray, Saxon y Apocalyptica.
Los directos de Motörhead y Dio no los vimos al completo, y con el
resto estuvimos al pie del cañón.
El jueves pudimos disfrutar de las dos actuaciones de la Carpa Mephisto. Unas 800-1000 personas se encontraban en el lugar, y por lo que aprecié, disfrutaron de lo lindo con ambas bandas. La Bon Scott Band puso patas arriba la carpa y la Doro terminó de rematar. Realmente fue una buena fiesta de bienvenida.
Y ahora
comento un poco sobre el resto de grupos que vimos y añado algunas fotos (de las pocas que pude sacar por problemas con la cámara)
Rebellion: pese a algunas críticas
posteriores, a mí me parecieron puro Heavy Metal que me sonó a gloria. Se
centraron mayormente en su segundo trabajo “Born
A Rebel”. Creo que se notó que muchos todavía no conocían bien a Rebellion, tanto por las críticas
negativas para mí infundadas, como por el estatismo que reinaba por las
primeras filas mientras la tónica general reflejaba asombro ante semejantes
riffs guitarreros. Más tarde nos encontramos con Michael Seifert en la
barra y nos hicimos unas birritas y unas instantáneas con él.
Rebellion |
Michael Seifert |
Overkill: la primera vez que los vi y se
comportaron como esperaba. Fueron Overkill
en toda su esencia. Presentaban su “Killbox
13” publicado en marzo de ese mismo año.
Nightwish: aunque por aquel entonces la banda
todavía no tenía el caché que luego alcanzó, me parecieron un gran equipo.
Tarja salió de blanco inmaculado y su presencia en el escenario fue letal. Sin
duda, ya marcaban el camino.
Nightwish |
Slayer: arrolladores. Gran actuación que
pude disfrutar desde la mesa de mezclas. Araya
y cia salieron a matar, y como casi siempre, se quedaron con la peña. Gran
repertorio y una ejecución perfecta.
Primal Fear: los vimos/escuchamos de lejos mientras nos
refrescábamos en los arcos de agua. Sonaron aplastantes y creo que no
defraudaron a nadie. La portada del “Black
Sun” adornaba el fondo de escenario, que por cierto, el color azulado del águila quedaba muy Heavy. Me pasaron una foto.
Hammerfall: no son muy de mi estilo, pero estuvieron
bien. Cumplieron con la puesta en escena, repertorio y sonido. Creo que sus
fans saldrían contentos.
Hammerfall |
Hammerfall |
Iron Maiden: la gran multitud que se aglomeraba
en el recinto lo decía todo. Maiden
estaban a punto de aparecer en escena. Y lo hicieron, sin sorprender en
demasía, cumpliendo con las expectativas. “La Doncella” despertó la pasión
entre los presentes a esas horas del sábado.
Dio: por fin lograba ver a Dio en directo. Estaba haciendo un buen
concierto, pero nos fuimos aplastando y finalmente nos retiramos a descansar.
Creo que el parón de hora y pico previo a su actuación nos pesó en exceso.
Dark Tranquillity: conocíamos muy pocos temas, pero se
lo curraron lo suficiente como para prestarles atención. Sin emociones fuertes,
pero dejaron una buena descarga de energía.
Exodus: pura metralla. Otra banda de las
que veía por primera vez, y esta actuación, también quise disfrutarla desde la
mesa. Me sonaron brutales. Exodus no
dieron respiro ni se anduvieron con chiquitas. Cuando arrancaron no tuvieron
freno.
Immortal: la sorpresa del festival. El Black Metal en España no era de lo más
valorado dentro del género Metal,
pero los noruegos salieron a darlo todo e inundaron el lugar de tralla y buenas
sensaciones mientras sus maquillajes se derretían por momentos. Recuerdo,
especialmente, el instante en el que el baterista paró de tocar durante varios
segundos mientras las guitarras seguían sonando. Ahí se notó realmente la valía
y lo que musicalmente llenaba Horgh
en directo. Una bestia.
Kreator: los germanos dieron la talla en
todo momento. Su último trabajo era el doble CD + DVD en vivo “Live Kreation”. Por ahí nos llevaron
durante su actuación.
Masterplan: con Jorn Lande a la cabeza.
Para mi estuvieron geniales. Y es que el disco “Masterplan” pesaba mucho. Un gran trabajo que en directo sonó
potentísimo. Respecto a otros matices, lo bueno se comió lo poco malo que
hubo.
Stratovarius: impecables. Sacaron un sonido muy
depurado y la iluminación les acompañó para bien durante la parte final del
directo. Buen repertorio que comenzó con la ya entonces archiconocida “The Kiss of Judas”. Sin duda, un buen
comienzo. Por cierto, recuerdo que estábamos a primera fila por la parte
izquierda y tras escuchar varios temas decidimos continuar viendo el directo desde
atrás, más centrados para palpar bien la diferencia de sonido, ya que delante
sonaban espectaculares. Una vez situados atrás bajo una carpa y confirmar que
sonaban perfectos (excepto algún detalle que casi siempre suele ocurrir), vimos
a Kotipelto cabrease y lanzar el pie
de micro justo por la zona donde acabábamos de estar. No sé lo que ocurrió, pero
lo lanzó con muy mala leche.
Motörhead: primera vez que veía a Lemmy. Hasta entonces no se me había presentado
la oportunidad y no me defraudó lo que vi, aunque nos tocó disfrutarlo sentados
en el suelo porque las piernas las teníamos molidas. Hasta que llegó el momento
que ni sentados estábamos a gusto y nos batimos en retirada. Acabamos fundidos
literalmente. Y es que cuatro jornadas de tal intensidad, y con ese calor, hicieron
mucha mella.
Por otra
parte, comentar que en este festival conocimos a Loren y Manolet, dos fenómenos
de la zona de La Ribera (Valencia) y colegas de mi amigo Pere, con los que
hicimos una amistad que bien aprovechamos para juntarnos cada año en diferentes
festivales.
Ciertamente,
este fue un evento que nos marcó por muchas cosas y fue uno de esos de los que
siempre ocupan un buen espacio en tu recuerdo. Por supuesto, esperábamos que este
continuase allí al año siguiente, pero no fue así. Al año siguiente se celebró
una sola jornada del Metalmanía 2004 en la Plaza de Toros de Valencia y
esa fue la última edición. Triste. Me recordó mucho a lo que sucedió tras el Rock Machina 2002 de Moncofar. Aunque luego llegó el Festival Metalway de Guernica
en 2005 para aliviar nuestro gran pesar.
Mil gracias por esta crónica a tiempo pasado. He disfrutado un montón leyéndola, y me ha traído gloriosos recuerdos. Parece mentira que hayan pasado ya 20 años de aquello. Fue un festival espectacular, de los mejores carteles de la historia de nuestro país, y al mismo tiempo, tres de las jornadas más devastadoras que he vivido por las condiciones de calor, realmente durísimas. Claro que, como bien dices, con 20 años menos se pelea mucho mejor jeje. De entre todos los festivales a los que he asistido, a este le guardo un cariño muy especial. Fue donde, por primera vez, vi a muchas bandas en directo, Stratovarius, Motorhead, Dio, Iron Maiden... fue la hostia, tres días de Metal sin parar hasta caer de rodillas. Impecable la descripción del camping. Un auténtico patatal, pero al menos entonces eran gratuitos. Recuerdo como mi colega se reventó un dedo con la primera piqueta que intentó clavar. Una lástima que se pueda encontrar relativamente poca información acerca de este legendario festival, por lo que doblemente gracias por redactar esta crónica. Un saludo.
ResponderEliminarPD. Aquí está mi entrada / pulsera de los tres días:
https://lh6.googleusercontent.com/-DFidlfNaeOI/T3HIn1BZYWI/AAAAAAAADKk/_jbAQjq6a1E/s576/Metalmania%25202003%252C%2520Villarrobledo%252C%252011%2520Julio%25202003%2520%252B%2520Pulsera.JPG
Muchas gracias a ti por tu comentario tan extenso y agradecido. Me ha encantado :-) . Ciertamente, es uno de los festivales que más conservo en el abismo de los recuerdos. Muy difícil de borrar. Una pasada en todos los sentidos (aunque no todos buenos). Pocas veces había visto al sol tan encarnizado con la gente. No sé, pero tenía un color y un brillo... digamos... diferentes. Un abrazo \m/
EliminarPues decir que yo también estuve allí, y creo que con el resumen que haces de stratovarius es erróneo con todos mis respetos...
ResponderEliminarLo que allí pasó fue que los teclados no se escuchaban nada, por eso fue el enfado que hizo volar el pie del micro, luego no tocaron todo el repertorio, solo tocaron una media hora y salieron del escenario enfadados y ya no regresaron, dejaron el show a medias. Esto es lo que pasó.