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martes, 1 de noviembre de 2016

Festival Metal San Isidro 1989 - Madrid

Sí, hablamos un poco del festival de San Isidro 89 en Madrid, pero antes nos situamos en la historia para centrarnos, porque la coincidencia lo requiere.

A finales de los ’80, el pueblo de Onda tenía el privilegio de disfrutar de excelentes partidos de fútbol sala en el Pabellón Municipal. La empresa Azseder, más tarde llamada Navarti, disponía de un equipo de primera división. 

Azseder Onda (poco después derivando sus jugadores a Macer Almazora, Pozo Murcia y más tarde… a Playas de Castellón) estaba en lo más alto de la tabla clasificatoria, disputándose el título de Liga año tras año durante varias temporadas en una única y gran época para el fútbol sala de nuestra localidad.

Durante esos maravillosos años los miembros de la peña de amigos aficionados autodenominados `Los Ultra-Patos´, fueron quienes más arroparon al equipo allá donde iba en sus desplazamientos. Incluso el legendario periodista José María García se recreó dedicándonos un artículo en el diario AS no muy amigable. José María era un provocador nato en aquella época y fuimos víctimas directas de sus comentarios. Aun así, fue todo un orgullo para nosotros haber sido cebo de sus críticas.

Se creó un lazo de unión entre el equipo y esos leales aficionados que difícilmente el tiempo la podrá borrar. Pato, Marabú, Ferreira, Ángel, Vicentín, Casanova, Olegario y otros tantos, fueron quienes nos hicieron disfrutar de lo lindo en cada partido, ganasen o perdiesen. Eran grandes con el balón en sus pies y fuera de la cancha.

Azseder Onda

El nombre de la peña se tomó en honor al jugador “Pato”, un jugador de gran carácter que también jugó en la selección española de fútbol sala. Era un terremoto. Su impetuosa personalidad lo hacía especial.

Aquí está el carnet de la peña (por llamarlo de algún modo). Se conserva un poco deteriorado pero existe jeje, que es lo esencial. Por la parte trasera se ven las firmas de todo el equipo, donde se pueden apreciar los garabatos de todos ellos debido a que firmaron en el autobús en marcha durante uno de los viajes.


Carnet Ultra-Patos (Side A)

Carnet Ultra-Patos (Side B)

En cierto momento durante el campeonato de Liga se dio que, Azseder Onda, debía desplazarse a Madrid tres veces seguidas en sus tres siguientes visitas a domicilio. Torrejón de Ardoz (en dos ocasiones) y Coslada fueron los lugares donde se disputaron esos tres partidos.

Los dos primeros fueron contra Marsanz Torrejón y Redislogar Cotransa. El tercero fue contra Interviú Lloyds y fue el que marcó diferencias.

El asunto es el siguiente:

El sábado 20 de mayo de 1989 se celebraba en Madrid un festival Metal en La Casa de Campo en el que participaban los siguientes grupos:

· Lancelot, Kreator, Raven, Sangre Azul y Barón Rojo.

Una entrada costaba 500 pesetas (3€ de los de ahora). Ver para creer.

Entrada Festival - Casa de Campo

Por otra parte, el partido contra Interviú Lloyds se disputaba al día siguiente, concretamente el domingo 21.

Ambas fechas eran idóneas para un servidor porque el equipo se desplazaba a Madrid el sábado y al día siguiente se disputaba el partido. Por lo tanto, la jugada salía redonda, ya que los aficionados viajábamos en el mismo autobús que los jugadores y en este caso me ahorraba el viaje para ver el festival del sábado, puesto que el equipo viajaba ese sábado hacia Madrid y pasaban la noche en un hotel hasta el domingo.

Algún coleguilla Metalero que no formaba parte de ese grupo de aficionados supo pronto sobre el evento musical y me comentó que quería acudir. Evidentemente, contesté que yo iba con el equipo de fútbol sala, pero también le comenté que si se comprometía a venir al partido de Azseder vs Interviú del domingo, podría hacer algo para que viniese en el autobús con la afición. Y le pareció bien. Se comprometió.

Pero... lo que pasa, que luego se apuntó más gente y al final fueron ocho o diez Metaleros en el autocar. Eso sí, todos tuvieron que comprometerse en acudir al partido del domingo para animar al equipo, pues de lo contrario, mi esfuerzo para conseguir meterlos en ese autobús quedaría obsoleto de confianza ante el mister y ante el propio equipo. Es decir, les salía el viaje gratis con esa condición. Hasta ahí todo perfecto, excepto alguno que intentó faltar a su palabra en el último momento.

Pero lo sorprendente fue al día siguiente del festival cuando nos dirigimos hacia el hotel donde estaba ubicado el equipo. Fuimos a esperar a los jugadores para darles ánimos antes de partir hacia el Pabellón Polideportivo de Coslada.

La sorpresa surgió cuando apareció uno de los jugadores y nos dio la siguiente información: “no sé por qué, pero me he enterado de que el mister no quiere que entréis al pabellón”. “¿CÓMO?”, le respondí, “eso no es como habíamos quedado. Además, hemos estado paseando por Madrid durante el resto de madrugada en dirección hacia el hotel sólo por hacer tiempo y por no caer rendidos tras el evento musical, no íbamos a alquilar habitaciones para 4 o 5 horas si podíamos dormir en el autobús de vuelta a casa. Incluso nos ha dado tiempo de almorzar para coger fuerzas. ¿Y ahora nos dice eso?; pues no, no lo entiendo ni vamos a hacerle caso. Vamos a entrar a ese partido. Él no es nadie para prohibirnos la entrada, y menos sin dar una explicación”.

Luego deducimos que, posiblemente, no quisiera exponernos sus motivos directamente porque imaginábamos que esos motivos no serían otros más que nuestros característicos atuendos festivaleros. Ciertamente no lo supimos, pero nunca le encontré una lógica al asunto, porque la que imaginamos como posible era ilógica y discriminatoria.

Todos nos ofendimos con el mensaje del entrenador, pero todos decidimos finalmente entrar al pabellón, que es como habíamos quedado. Y así fue.

Un servidor es quien solía portar el bombo dándolo todo durante el partido (llagas en las manos incluidas). Solía salir afónico casi siempre. Así que decidí castigar de cierto modo al entrenador permaneciendo la primera parte del encuentro sentado, callado y escondiendo el bombo entre las butacas, igual que callaron el resto de Ultra-Patos y Metaleros que venían en el viaje.

En la segunda parte sí saqué el bombo y todos animamos por no hacerles el feo a los jugadores, pero el equipo perdió.

Todavía no sé realmente qué le pasó por la cabeza al entrenador para decir eso por sorpresa mañanera, pero él fue el único que desmotivó a muchos y quien creó ese ambiente áspero que se respiró durante toda la jornada.

Respecto al festival, fue algo más normalito de lo que esperábamos. Celebrado en una vaguada de La Casa de Campo donde, desde lo alto del anfiteatro natural, se divisaba un ambiente agradable con bastante gente.

Sangre Azul y Lancelot apenas los había escuchado y no me hacían demasiada ilusión, y tampoco me gustaron sus directos. A destacar... los pelos cardados.

Los Barón Rojo todavía estaban en sus tiempos gloriosos y gustaron a la peña con sus inmortales himnos. Barón eran Barón.

Raven eran prácticamente unos desconocidos para algunos y sonaron tan raros como nos tenían acostumbrados a otros, especialmente a los fans que seguíamos a la banda británica tan de cerca por aquél entonces. Una banda trío muy peculiar.

Kreator fueron todo un bombazo para nosotros, los que de verdad nos movieron el interés para acudir a la cita. Y no nos defraudaron. Presentaban su “Extreme Aggression”, por lo que podéis imaginar la tralla que desprendieron los altavoces. Brutales.

Como detalle comentar que aún recuerdo cuando el presentador del festival cogió el micro para decir: “¡EL MADRID Y EL ATLETI HAN EMPATADO A 3!”. Y todos parecieron contentos por el clamor general que se oyó al unísono. Claro, pensé, estamos en Madrid y ninguno de los dos ha perdido. Esa es la sensación que me dio, sensación de una satisfacción deportiva local que no descafeinó la fiesta a nadie, ni siquiera a los asistentes aficionados a otros equipos que supongo que, debido a ese empate, quedarían también satisfechos.

La vuelta a casa fue de silencio sepulcral por tres motivos: la derrota del equipo, el enfado con y del mister y la dormida que nos debía la noche anterior.

domingo, 10 de enero de 2016

FESTIVAL LEYENDAS DEL ROCK - Villena (2014)

El Leyendas retornaba con fuerza tras configurar un cartel espectacular.

Ya el año pasado, al finalizar la edición de 2013 y confirmarse la asistencia de varias bandas interesantes como W.A.S.P., Arch Enemy o Wintersun (estos últimos al final no fueron), se ponían a la venta las entradas anticipadas a 45 € (bono de 2 días + 1) para esta edición de 2014. El cartel ya se vislumbraba de calado después de ver las intenciones de la organización.

La oferta del bono se mantuvo hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. Luego subió hasta alcanzar los 70 € en taquilla, pero con bandas como las que se ficharon el precio comenzaba a importar un poco menos en esta edición.

El festival se celebró los días 7, 8 y 9 de agosto en Villena (Alicante) por segundo año consecutivo.

Pulsera Leyendas 2014

En esta ocasión, el gran cartel con el que nos deleitaron los chicos del Leyendas se presentó con las siguientes bandas:

Escenarios `Jesús De La Rosa´ y `Azucena´

Jueves 7: Lizzies, Motörhits, Display Of Power, Onliryca, La Leñera, El Reno Renardo, Mojinos Escocíos, In Extremo, Mambo Kurt y Rising. 

Viernes 8: Burning Kingdom, Moonspell, Hell, Stryper, Annihilator, Arch Enemy, W.A.S.P., Micjael Schenker, Behemoth, Panzer y Saurom. 

Sábado 9: Easy Rider, Lujuria, Eluveitie, H.E.A.T., Heaven Shall Burn, Hammerfall, Volveat, Warcry, Unisonic, Banzai y Leo Jimenez.

Escenario `Mark Reale´

Viernes 8: Esclavitud, Sacramento, Leprous, Patricia Tapia Khy, Centinela, Wormed, Possessed, Sherpa, Alquimia, Vita Imana y Wild

Sábado 9: Infamia, Ravenblood, Vision of Atlantis, Ars Amandi, Battle Beast, Rotting Christ, Beethoven R., Delain, Leize, Crisix y Asfáltika.

Como bien se puede apreciar, un cartel de lujo con multitud de estilos Metaleros que saciaron los deseos musicales de, me atrevería a decir, todos los asistentes. 

Definitivamente, el equilibrio musical se adueñaba del Leyendas y eso siempre es cosa buena. Algunas bandas repetían de años anteriores, sí, pero inmersos en tal enjambre de grupos y estilos tan apenas se notó.

El gran repertorio de buenas bandas que conformaban ese cartel rompieron los esquemas neuronales de mucha gente que disfrutaba el día a día en las Redes Sociales mientras se iban anunciando las nuevas y cada vez más sorprendentes incorporaciones.

Seguir el facebook del Leyendas fue todo un placer. Los comentarios positivos disparaban cualquier previsión. Se notaba un buen ambiente previo al acontecimiento y las buenas impresiones se acrecentaron hasta lo insospechado. Y lo digo porque ya se sabe cómo son las RRSS a la hora de opinar sobre algo (ya no te cuento si digo criticar)

Pero los señores del Leyendas (siempre acordándonos del buen Community Manager que gestionó esas publicaciones) lo bordaron a los cuatro vientos. Sin más.
A partir de ahí, faltan las vivencias y las conclusiones post-festival, evidentemente, por eso mismo estamos escribiendo este post, para contar nuestras humildes impresiones sobre lo acontecido ¿verdad? J

Comienzo entonces comentando sobre algo que no me gustó desde que se anunciaron los horarios: la distribución de los grupos. Me penó mucho ver el viernes cargadísimo de grupazos, mientras el sábado se quedaba algo cojo en comparación siendo, supuestamente, el día fuerte.

Con esto, aparte de que muchos ya no adquirieron el bono de dos días, se conseguía aglutinar a casi todo el grueso del festival para el viernes, sin descanso alguno entre actuaciones y solapando bandas de gran interés para el descontento de unos cuantos, aunque también comprendo que con tantas bandas buenas algunas se tengan que solapar, pero no tanto.

El cansancio estaba asegurado para el sábado, en especial para los que estábamos allí desde el jueves por la tarde. Eso fijo. De hecho, a última hora estuvimos a punto de adquirir las entradas sólo para el viernes, pero la asistencia de algunos colegas al evento nos animó finalmente a coger el bono. Es decir, con un cartelazo de esas características… el reparto fue un error. Mucha gente desistió en su intención de comprar el bono por este hecho.

Luego, después de tres días pululando por dentro del recinto, pude comprobar (o al menos de eso me dio la impresión) de que el día más intenso de público fue el jueves, que aunque fuese gratis, algo extraña, ¿o no?

Cierto es que In Extremo tuvieron buena culpa de ello, pero pienso que ese mal reparto de los grupos fue la clave del meollo en cuestión, por eso el sábado se vio tan tranquilo de gente a ciertas horas. Se notó mucho. Que Volveat y Unisonic iban a llenar, estaba cantado.

Otro punto débil fue cortar el acceso a la sombría zona de descanso que había junto a la piscina hasta cierto horario. Muy mal. El año anterior no fue así y a la gente le gustó, porque se llenaba. De poder hacerte unas birritas frescas y un bocata o un helado descansando un rato, a no poder acceder ni a sentarte. Aunque tampoco me hubiera parecido justo, lo hubiese intentado comprender si hubiese estado abarrotado de gente con bono para la piscina, pero viendo la terraza con tan sólo tres o cuatro sillas ocupadas durante horas me parece lamentable.

La tercera cosa negativa fue lo que olí. Un lamentable mantenimiento de los WC´s hacía que desprendiesen un tufo insoportable a más de veinte metros. Es de los detalles que no se pueden consentir, ya no por el efecto que causan, sino por el propio cliente y su salud.

Como siempre ocurre, habría otras cosas que a cada cual no le gustasen del festival, pero yo me quedé con esos tres puntos como queja.

Pero también hubo cosas buenas, todo hay que decirlo. El Leyendas 2014 marcaba diferencias ese año por un gran cartel repleto de grandes bandas. Sin duda, y siempre bajo mi punto de vista, el mejor cartel del festival desde su aparición.

Otra cosa buena en este evento son los precios (no lo quiero decir muy alto, no sea que me oigan…  J). Mantenerse firme en este punto es muy importante para animar a la gente, y por consiguiente, a su bolsillo. A mejor precio… más se consume. Los abusos nunca son buenos.

Sobre la zona de camping/parking decir que mejoró respecto al año anterior refiriéndonos casi exclusivamente al tipo de tierra, aunque seguía pareciendo un desierto a fecha de post.

Por lo demás, todo nos pareció estupendo en general: buen sonido con los típicos fallos de un directo, buen ambiente, buenas bandas, la gente, los coleguillas que te vas encontrando por todas partes…


Peña festivalera


Peña festivalera

Ahora paso a comentaros un poco sobre las bandas que vimos en esta ocasión, que no son todas, por supuesto:

JUEVES

In Extremo: como siempre, los germanos volvieron a deleitarnos con su Folk Metal tan reconocido. No esperábamos ver a tanta gente a esa hora, pero lo cierto es que se llenó el recinto de un público que disfrutó a lo grande con Michael y compañía. La banda nunca falla, al menos en las actuaciones donde he podido verlos hasta la fecha: Atarfe, San Vicent del Raspeig y este de Villena.

El resto de las bandas para ese día… como que no. Con In Extremo estábamos servidos.


In Extremo

VIERNES

El día más intenso.

Moonspell: de los que no me canso de ver. Cada vez que los observo en vivo les noto mejoría. Son de los que nunca fallan en directo y siempre satisfacen o sus fans. Realmente, los portugueses han sabido cuidar su hueco ante una escena musical repleta de estilos.


Moonspell

Annihilator: la maquina aniquiladora no funcionó esta vez. Varios factores influyeron en ello, especialmente el setlist. Pero a estos chicos se les perdona todo porque lo merecen.


Annihilator

Stryper: ejemm…  ¿qué decir de Stryper?, pues que los vimos durante dos temas… y no aguantamos más. Será que estábamos lejos o será que veníamos de escuchar pura tralla, pero tela.

Arch Enemy: primera actuación en la que vimos a Arch Enemy con la nueva cantante ex-The Agonist, Alissa White-Gluz. Otra soberbia actuación de los suecos descargando especialmente temas de su disco `War Eternal´, el primero que grababa Alissa con la banda. Una actuación abarrotada de un público entregado ante la nueva componente que cumplió con las expectativas. Difícil veía una sustituta a la Gossow, pero la verdad es que se lo curró. Otra cosa serán los matices al gusto de cada cual, pero Alissa cumplió con creces.


Arch Enemy

W.A.S.P.: como siempre, bien… pero mal. No avanzan, ya no sorprenden, no impresionan, ¡NO!, porque, a fecha de post hace más de 20 años que sigo oyendo lo mismo cuando escucho algo nuevo de W.A.S.P.

Michael Schenker: lo cierto es que nunca ha sido banda de mi devoción, por eso decir que me pareció soso y anticuado, no es nada raro. Me parece una banda como apagada desde siempre.

Behemoth: de lo mejorcito que se ha podido ver en el todas las ediciones del Leyendas. Lamentablemente, por circunstancias no pudimos ver la actuación completa, pero lo visto fue espectacular. La imagen en escena, el audio y la bestial potencia de sus temas lo dicen todo. Una banda difícil de superar en muchos aspectos.

Possessed: ¡por fin! 28 años después de la adquisición del `Seven Churches´ pude ver a los padres del Death Metal. Una actuación soberbia, potente como cabía esperar de los californianos. La verdad es que superaron mis expectativas con creces. ¡Grandes!... e infernales como se refleja en la foto (aunque casi ni se vean).


Possessed

Al final, nos quedamos sin ver a Hell por circunstancias que ocurren siempre, pero era otra de las bandas a tener en cuenta en nuestra ruta festivalera particular.

SÁBADO

Eluveitie: llegamos tarde. Ya se sabe, un festival es un festival y pasa lo que pasa. Sólo vimos un tema. Me quedé con las ganas, aunque luego me contaron y leí que su actuación no fue nada afortunada.

Heaven Shall Burn: brutales. Potencia a raudales de unos germanos incansables en escena que descargaron un setlist que cortaba el viento. Una banda de las que mueven a buena parte del público.


Heaven Shall Burn

H.E.A.T.: espectaculares. Lo último que esperaba era encontrarme con una banda de este estilo que me sorprendiera. Pero estos lo consiguieron al instante. Su frontman se hizo con la gente a base de simpatía y un algo especial a la hora de moverse por el escenario. Un huracán de energía. En ocasiones me pareció ver movimientos al estilo de Axl Rose.


H.E.A.T.


H.E.A.T.

Beatle Beast: lo que habíamos escuchado antes, pintaba bien, y así fue. Los de Helsinki se pusieron a la faena y revolucionaron a una aglomeración de público en la nave Mark Reale marcándose un estilo Hard-rockero, pero moderno. Buen sonido, buena música y buena cantante.


Beatle Beast

Hammerfall: de refilón. Durante un paréntesis nos asomamos a verlos y… como siempre, potentes de sonido pero no les noté nada nuevo.

Rotting Christ: otra sorpresa. Una banda casi dejada de lado por nuestros gustos que nos sorprendió más que ninguna otra. De verlos raros, a verlos espectaculares. Posiblemente fuese por el tiempo que llevaba sin escucharlos o porque supieron sacar un buen setlist, pero lo cierto es que desprendían calidad a borbotones. 


Rotting Christ

Es evidente que nos quedamos sin ver a muchas bandas, como Crisix, Vita Imana o Sherpa, pero cada vez me doy más cuenta de lo primordial que es marcarse unos objetivos claros y establecer prioridades para poder ver a las bandas que más llaman tu atención en carteles tan extensos. Ya se sabe, a unos les gusta ese, a otros el otro… y hay que elegir.

Además, todos sabemos lo animado que se suele estar el último día de un festival. Pero bueno, casi seguro que tendremos la ocasión de poder verlos en otro cartel. Todo es cuestión de esperar.

En definitiva, una edición del Leyendas muy digna de mención para guardar muy bien en tu memoria, pero mejorable en los aspectos que comenté al principio.


Entrada Leyendas 2014