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miércoles, 21 de marzo de 2012

Lo que cuesta ir de festival

Si tus asuntos laborales te lo permiten, el primer problema que se te presenta es si tu parienta no es Metalera. En este caso suele encontrarse una solución para tu escapada en un alto porcentaje de ocasiones, pero todo depende de las distintas y extensas personalidades conyugales. 

En caso de que sí sea Metalera, el problema es si tienes niños, familia o animales que cuidar. Esto ya es más complejo; entonces comienzan a la carrera un torbellino de ideas que se entremezclan en vuestras cabezas para intentar dar con alguien que os ayude a poder ser libres durante un par de días. Al final, con mucho esmero y no siempre, suele llegar vuestra recompensa.
  
Tras la limpieza a fondo, revisión y pertinente puesta a punto, por fin te encuentras dentro de tu vehículo preparado para partir, al menos los que vamos siempre en coche. Por norma general, cae una calda que te asas vivo, porque los festivales, aunque también se realicen algunos durante el resto del año, suelen ser veraniegos. Así que lo típico es llevar al "Dios Ra" clavado todo el viaje por tu ventanilla (también llamado familiarmente “Lorenzo” o “Manolo”) que por más que gires y gires siempre queda a tu lado. 

Si además no llevas instalado el aire acondicionado, consigues que el sonido de tu reproductor musical quede hecho triscas por culpa del aire que entra desmesuradamente por las ventanillas bajadas. Y si a esto le añadimos que entre los camaradas de viaje nos chillamos a grito limpio para poder comunicarnos, se convierte el sonido ambiente en un "taladro-batidora" que el sacrificado conductor suele soportar durante los primeros y eufóricos 150 km de ruta.
El bolso-nevera es nuestro aliado number one, proveedor de ciertos alimentos y refrescos, y como hace calorcito de lo lindo… pues a beber como cosacos. Entonces llegan las necesidades, y si el siguiente lugar con servicio disponible queda muy lejos, que es lo que suele ocurrir, ahí tienes un w.c. tamaño peninsular. Elija usted arbusto, zanja, rincón o arbolito según nivel de emergencia.

En cuanto llegas al festival (casi siempre con el tiempo justo) aparcas y te bajas a estirar las piernas por la paliza que llevas al volante. Pero muchas veces te encuentras que llegas tan justo que está a punto de comenzar a sonar la música (sino es que está sonando ya) y entonces empiezan las prisas por ponerte la pulsera. Así que, un pequeño y rápido aseo personal y… zumbando para la taquilla. 

Lo más normal es que te toque ponerte morenito en la cola durante un rato. Según cada organización, estas pueden oscilar entre los 15 y los 45 minutos al horno “Lorenzano” y es una de las principales circunstancias por las que se te suele quedar “tatuada” la silueta de las gafas de sol en la cara para todo el festival y las semanas venideras como recuerdo. 

Una vez marcados... ¡al sitio!; volteo relajante por las tiendas, cervecitas fresquitas y… grupo por aquí… grupo por allá, hasta que los pies comienzan a decirte “te quiero”. Entonces buscas el mejor sitio para descansar un poco; el suelo. Y todavía sin haberte hecho efecto que estás sentado, PURRUMMMM PUM PUMM ¡ya va otro grupete! ale, arriba que desde aquí no lo veo. 

Luego un viaje al coche para repostar... y de nuevo al sitio, y luego otro y otro. Y así van pasando las horas gustosamente hasta que al final de la jornada, tras los últimos resquicios de fiesta con los habituales colegas de festival que siempre te encuentras, terminas haciendo malabarismos dentro de la tienda o el vehículo mientras te cambias para poder tumbarte un rato a descansar. 

Pero “Lorenzo” es puntual e insistente y se encarga sin duda en pocas horas de recordarte que existe, cortándote sin miramientos el plácido descanso para, sin más opción, incorporarte de nuevo a la batalla bajo los rigurosos buenos días que caen desde lo alto. 

Ese segundo día, tras la correspondiente ducha in situ y tu típico desayuno de batido + Donuts o semejantes, ya te lo coges todo bastante más tranquilo, como medicado con tranquilizantes, pero la ensalada de grupos que te esperan por ver motiva a que no te duermas en los laureles. 

Una nueva e intensa jornada Metalera se prepara, así que si quieres ahorrarte un dinerito en las comidas y bebidas hay que reponer fuerzas con el menú disponible y calculado para los dos días: "bocata-chiclé" de paté o de fiambre con tomate, Bocabits y otros derivados, rosquilletas con longanizas secas, napolitanas de York & Cheese, tortilla de patata con unas aceitunas… y unas birritas bien fresquitas.

Y después de tal revuelto de alimentos anti-dieta, las necesidades no tardan en volver a hacer acto de presencia. Así que… de nuevo a buscarse la vida porque las cabinas “tigre” suelen ser terroríficas y todavía te quedan unas cuantas horas por delante.

De nuevo se repite la misma situación que el día anterior, pero con otras bandas que normalmente suelen ser las más esperadas del festival por cuestiones de la organización. El día fuerte suele ser el segundo (o el tercero si vas tres días), por lo que la indeseada curva decreciente del interés hacia los últimos grupos a cierta hora, se cruza con la curva creciente de tu cansancio. Así que esos grupos suelen cazarte en un estado de agotamiento físico y musical que te provoca muchas veces pequeños apalancamientos aunque estés disfrutando de las bandas. 

Una vez acaba el último grupo, sueles estar reclamando “la piltra” como poseso, la cual alcanzas en unos cientos de metros para tu entera satisfacción.

Cuando al día siguiente despiertas, o mejor dicho, cuando te despierta tu satélite preferido, te asomas al exterior y entonces es cuando te das cuenta de que, excepto algunos coches o tiendas que han hecho lo mismo que tú, estás prácticamente sólo en la zona. Entonces retornan tus asuntos cotidianos a la cabeza como contacto de interruptor y encima recuerdas que te esperan otros tantos km de vuelta con tu inseparable “Lorenzo” acompañándote fielmente hasta el final del trayecto. 

Y cuando finalmente entras de nuevo por la puerta de casa, te coge una depresión que te amarga el resto del día pensando que todo ha pasado en tan sólo unas cuantas horas y que el siguiente festival te coge demasiado lejos en el calendario.

Así que… ¿realmente será cierto que estamos diciendo toda la verdad cuando le contamos a alguien lo bien que nos lo pasamos en tal o tal festival y su correspondiente viaje?

domingo, 18 de marzo de 2012

FESTIVAL ROCK MACHINA - Moncófar (2002)

Tras el buen gusto que se nos quedó después de vivir nuestra anterior experiencia durante la segunda jornada de la edición de 2001, volvíamos más que ilusionados a esta edición de 2002.

Viernes 26 de Julio: Nightmare, Rawhead Rexx, Falconer, Nörthwind, Lost In Tears, Loaded, Sinergy, Elegy, Moonspell, Suicidal Tendencies y Savatage.

*Sinergy caían del cartel a última hora y fueron sustituidos por Dark Moor.

Sábado 27 de Julio: Blood, Shakra, Avulsed, Brainstorm, Tristania, Annihilator, Angra, Tiamat, Sodom, Rage y Bruce Dickinson.

*La ubicación del festival fue la misma en las tres ediciones del Machina.

Ya que Locomotive era una de las discográficas que nos suministraba discos para la tienda, unos meses antes del nuevo evento nos pusimos en contacto con ellos (por ser los organizadores del festival) para que nos concediesen la tienda como punto de venta. Aceptando nuestra solicitud conseguimos también la entrada gratuita, que no nos vino nada mal J
Cuando nos llegó el talonario de tickets lo recibimos con mucha ilusión. Poco a poco se iba acercando la fecha y la peña Metalera iba pasándose por la tienda y comentando sus opiniones sobre el cartel (lástima que no lo hubiesen hecho así el año anterior). A nosotros nos parecía un buen cartel, pero a mucha gente no le atraía e iban dejándonos claro por sus comentarios que no iban a acudir a esa edición. ¡Error, craso error!.

Lo primero es que era un cartel lo suficientemente bueno como para no pensárselo en acudir, además, a un precio razonable. Lo segundo es que sin gente no se mantienen los festivales. Y lo tercero, es que lo teníamos al lado de casita y todo lo que sonaba, te guste más o menos… ¡ERA METAL!, sin rellenos de otros estilos. 

Así que, repito, craso error por parte de la gente que menospreció este cartel. Lo comento especialmente por el notable bajón de asistencia que se apreció ese año 2002. Acudieron unas 10.000 personas, y aunque fue una buena asistencia, fueron casi 5.000 menos que en el festival anterior y eso se notaba bastante en el ambiente.
Nosotros… segunda pulserita del Machina… y para adentro.

Pulsera-entrada

Viernes 26:
Nada más entrar… a Nightmare, los galos, no a los nipones, nos lanzamos como ansiosos a verlos en primera fila. Se nos notaba bastante las ganas de festival. No había mucha gente por ser los primeros en actuar y caía un “Manolo” de justicia. Por aquel entonces Nightmare sonaban muy Power y presentaban el `Cosmovision´, y a nosotros nos frenan mucho los grupos de ese estilo. Pero hicieron un buen concierto, aunque sonaron algo flojos de potencia. Como siempre… cosas del cartel.

Nightmare

Haciéndonos unas cervecitas comenzaban Rawhead Rexx. A estos no los teníamos oídos ni de nombre, eran para nosotros novedad total. Pronto irrumpieron con fuerza en nuestra charla con los colegas con un Heavy Metal arrollador. No soy capaz de decir que sonaban Power, que es como algunos los catalogan, más aún cuando alguno de sus componentes fue a parar a Helloween dos años después cuando Rawhead Rexx desaparecía, pero lo cierto es que no llevaron nunca un sintetizador, ni un doble bombo machacón, eran tralla, pura tralla Heavy. Muy buen directo el que nos dejaron. El cantante impecable en agudos, energía y planta Metalera donde las haya.

Luego, con Falconer, Nörthwind, Lost In Tears y Loaded, aprovechamos para voltear un buen rato por las tiendas y también para comer algo haciéndonos algunas birritas con varios colegas por las inmediaciones del recinto, ya que aparcamos cerca y el bolso nevera siempre ha sido fiel compañero festivalero. Así que desde allí escuchamos a tres de estos grupos. Todos sonaron bien, cada uno dentro de su estilo amenizándonos la estancia con música ambiente.

E. Martín & Y. Martí
Más tarde volvíamos a entrar al recinto para ver por primera vez a una buena banda de Power Metal hispana: Dark Moor. Teníamos escuchado un disco y nos picaba bastante la curiosidad por saber cómo se desenvolverían en vivo. Pues señores… cumplieron bien cumplido. La entonces frontman Elisa Martín no paró de animar a la gente y la peña respondía muy bien a todas sus peticiones. Tal como avanzaban con el setlist creaban más fiesta entre y con el público y cada nuevo tema que sonaba parecía que era mejor que el anterior. Gran directo. Se llevaron una gran ovación.

Durante Elegy, que no estuvieron mal pero… que poco me llaman, hicimos otra pausa de presencia entre multitudes para buscar alguna foto, comer, reponer líquidos y a continuación ir a buscar un buen sitio para el inminente concierto de Moonspell.


A los portugueses ya hacía unos años que teníamos ganas de verlos. Entonces sonaban más “Doom-poperos” con su `Darkness And Hope´, pero siempre fue una banda que nos llamó mucho la atención y era una de nuestras favoritas del festival.

Pronto salimos de dudas sobre qué nos podían llegar a transmitir Fernando y sus camaradas en un directo. De entre la niebla aparecía F. Ribeiro con su gabardina roja asiendo un farolillo que nos introducía de lleno en la atmósfera inconfundible de la banda. Muy buenos, pero nos pareció que a Moonspell se les quedaba corto sonar en un festival, como si se quedasen a medias por demostrar más. 

Desde ese día pasaron a formar parte de nuestras bandas “Top Ten” y también los asignamos como claro objetivo por intentar verlos en una sala.

Ahora le tocaba el turno a Suicidal Tendencies, una banda que aprecio desde sus inicios, aunque han tenido bastantes altibajos musicales durante su carrera profesional. Y en ésta ocasión fue uno de ellos. Sonaron muy Raperos. Ciertamente no me gustaron porque con anterioridad ya había catado un buen directo de los Suicidal, y este... no lo era.
Los últimos de la primera jornada del festival fueron Savatage. También tenia ganas de disfrutarlos, pues desde que los conocí a mediados de los ´80, nunca tuve la ocasión de poder verlos. Muy buen concierto y muy buena música progresiva, pero en mi opinión personal es una banda demasiado pausada para colocarla como cabeza de cartel; le faltó más marcha a ese final de jornada. De todos modos gustaron a la gente y estuvieron a la altura de su veteranía.

Al finalizar la jornada volvimos a casa para dormir ya que, como bien comenté en mi anterior post, estábamos a escasos 27 km.
Sábado 27:

Al llegar de nuevo a Moncófar, y mientras aparcábamos, terminaban Blood su actuación. Blood, Shakra y Avulsed, fueron las bandas que decidimos “sacrificar” para ir tranquilos a hacernos un almuerzo espectacular a un bar situado a unos 100 m. de la entrada al recinto. Lo malo es que ese almuerzo se convirtió en comida y nos perdimos también a Brainstorm y un buen trozo de Tristania (por cierto, me comentaron que Brainstorm estuvieron espléndidos). Pero bueno, al final salimos de allí muy en condiciones J de acometer a los seis grupos que todavía esperaban su turno para salir a escena.
Annihilator
Y el primer “toro” que veíamos… ¡Annihilator!, presentándonos su incontestable `Wacking The Fury´. Se marcaron un directo aplastante y demoledor donde los haya, combinando muy bien con temas clásicos del `Never Neverland´ y `Alice In Hell´. Nos mantuvieron a todos bien despiertos y lograron hacerse totalmente con el público. Muy buenos.

Angra también acapararon bastante expectación. Presentaban `Rebirth´. Desplegaron buena música pero a mí me aplatanaron bastante, demasiado progresivos y espesos para mi gusto. Eso sí, sus fans salieron complacidos.

A continuación llegaba el turno de una banda muy poco conocida por nosotros en esos años, Tiamat. Tan sólo habíamos escuchado algunos temas sueltos, pero ellos presentaban el `Judas Christ´. Para mí… su obra maestra hasta el día de hoy. 

Johan Edlund apareció con un gorro de lana, de negro, con una cruz en el pecho y los ojos totalmente en blanco. La primera reacción fue arrimarnos enseguida hacia adelante. Nos atrajo su presencia. Al principio nadie comprendíamos bien al grupo, pero en cuestión de 3-4 temas la gente se fue animando, más aún cuando Vibeke Stene de Tristania salía a complementar ciertas canciones con su característica voz lírica, y verdaderamente, se acopló muy bien. Al concluir el concierto se llevaron una magnífica y merecida ovación. Tiamat demostró ser una banda muy seria en escena que gana muchísimo en vivo. Si les atiendes… te cautivan.

Los siguientes… Sodom. Desde que los vi en el Grao de Castellón en 1991 les aprecié muchos cambios, más rítmicos, o sea, menos extremos, más Thrasheros de la vieja escuela y con muchos mejores temas que 11 años atrás. Estuvieron al nivel esperado de un buen grupo clásico de Thrash Metal.
Más tarde llegaban Rage presentando `Unity´ y con Mike Terrana a las baquetas. Tanto este ametrallando la batería, como Victor Smolski haciendo piruetas con la guitarra, nos dejaron claro su saber y profesionalidad musical, pero Rage en su conjunto nos parecieron como algo desorientados, como desacompasados entre sí. Lo cierto es que no fue su día, pero entretuvieron al personal. Además, no faltó el típico y excelente drums-solo de Mike.

Por último llegaba Bruce Dickinson. Hizo un buen concierto y sonaron muy buenos temas de sus trabajos en solitario, pero Bruce no creó tanta expectación como con Iron Maiden y se palpaba que el público se iba a quedar con ganas de ver a los Maiden de verdad, como así le sucedió a más de uno. 

Así que, aunque estuvo bien, no fue una noche de gloria para Bruce ni para los verdaderos seguidores de Maiden, aunque algún tema de propina de la mítica banda inglesa se les brindó para aliviar un poco sus penas.
Cuando acabó el festival, nuestra cabecita comenzó a pensar de nuevo en el siguiente Rock Machina, pero este ya no se volvió a celebrar después de varias negociaciones fallidas. Entre otros motivos… ¿tendría algo que ver en esa decisión final el notable bajón de asistencia respecto al año anterior?

Una verdadera lástima. Rock Machina... ¡we'll never forget you!
Reposando entre grupos

viernes, 2 de marzo de 2012

FESTIVAL ROCK MACHINA - Moncófar (2001)

Era viernes 27 de Julio del 2001 y nos encontrábamos trabajado en nuestro comercio. 

A cierta hora aparece un cliente conocido y habitual con el que entablamos una conversación. En un momento puntual le preguntamos por ciertos amiguetes que solían venir a menudo por allí, y nos dice: "…es que están en el Rock Machina de Moncófar, ¿vosotros no vais?". Nos quedamos petrificados. "¿No lo sabíais?", nos preguntó. Pues no, aunque parezca increíble... ¡NO LO SABÍAMOS SEÑORES!.


Es más que sorprendente no haber escuchado ninguna noticia sobre este festival durante un año completo. La tienda la inauguramos a finales del año 2000. Ese mismo año se celebró el primer festival Rock Machina, pero nosotros no supimos de ninguna noticia al respecto, tal vez porque durante ese verano estuvimos más pendientes y centrados en los trámites y gestiones correspondientes para la nueva apertura, que de cualquier otra cosa. Era una tienda de discos y otros productos electrónicos. 

Allí solíamos hablar a menudo con gente Metalera conocida y con otros que conocimos a raíz de esas conversaciones, ya que disponíamos de una sección bastante amplia de Metal y esto atraía a ciertos clientes fieles seguidores de este género musical. Lo verdaderamente extraño es que a nadie se le escapase un comentario sobre ese acontecimiento, posiblemente porque pensasen que regentando esa tienda de discos ya sabríamos algo sobre el festival, como bien lógico que es. 

Además, y aunque todavía no había nacido ni facebook, también disponíamos de Internet. Lo cierto es que no lo utilizábamos demasiado por aquel entonces, pero lo usábamos, aunque nos dedicábamos más a la búsqueda de discográficas que de informarnos sobre conciertos, y encima, durante los últimos tres años del siglo XX, no estuvimos muy activos en el aspecto festivalero. En definitiva, que no nos enteramos de nada, ni del festival de ese mismo año, ni del anterior celebrado en 2000. Ni una sola palabra.
En fin, que ese 27 de Julio fue cuando esa persona nos hace ese primer comentario sobre el acontecimiento, incluso pensamos en un primer momento que pudiese estar gastándonos una broma. Pero no, no lo era. En cuanto nos concretó mejor el asunto nos pusimos a buscar la información en Internet y vimos la parte del cartel que nos perdimos ese mismo viernes, pero también vimos los grupos que todavía quedaban por tocar al día siguiente. 

Sin pensarlo dos veces abrimos el Word y comenzamos a preparar un letrero para colgarlo en la puerta de la tienda en cuanto cerrásemos, que decía: Sábado cerrado. Motivo: Festival Rock Machina - Moncófar. Esas fueron nuestras vacaciones de ese año.

Digamos que… llegamos más o menos a tiempo de disfrutar de ese festival, y lo digo porque, cuando conocimos el cartel del año 2000 no resultó para nosotros algo muy especial. Para nuestro gusto personal estaba demasiado cargado de grupos nacionales, con unos cabezas de cartel bastante flojos y encima el resto de bandas no eran muy llamativas en su conjunto. Tras producirse algún cambio en su composición inicial, este fue el cartel definitivo de ese año 2000:

Viernes 8 de Julio:  Azrael, Vision Divine, Koma, Easy Rider, Metalium, Edguy, Mago de Oz.
Sábado 9 de Julio: Skylark, Ankhara, At Vance, Lujuria, Labyrinth, Virgin Steele, Tierra Santa, Running Wild.

De nuevo en 2001, Symphony X, Kreator y Lacuna Coil, fueron las bandas que nos dolió bastante no haber visto ese viernes 27, el resto... no nos dolió tanto. Este era el cartel para ese día:

Tyr, Uzzhuaïa, Tarantula, Grass, Lacuna Coil, Pyramid, Kreator, Iron Savior, Symphony X y Rhapsody. 

Las bandas del sábado nos gustaban más en general. Ahora las vemos.

Al festival acudimos con dos colegas (L.H. y E.LF.), los cuales conocieron del festival a través nuestro nada más marcharse nuestro reciente informador de la tienda. En cuanto se lo comunicamos se decidieron inmediatamente a acompañarnos al evento. Que Moncófar se sitúe a escasos 27 km. de nuestra población tuvo buena culpa de ello.

Cuando llegamos a Moncófar buscamos el recinto, y después de echar un vistazo general a la zona de entrada para informarnos un poco de las cosas, nos dirigimos a buscar la zona  de acampada para hacer tiempo hasta la apertura de puertas. Esta se encontraba ubicada en la carretera que une el pueblo con la urbe playera de la localidad, aunque en la playa también se ubicó otra zona de acampada. 

Aparcamos y fuimos a hacernos unas cervecitas a la barra que allí había para dar servicio a los acampados. Y menos mal, porque esa zona se encontraba a bastante distancia del recinto y a una distancia considerable de cualquier garito playero. La cubría un toldo negro tipo malla que dejaba traspasar bastante los rayos de sol y bajo el cual hacía un bochorno literalmente insoportable. 

También nos sorprendió mucho la zona donde estaban situadas las tiendas de campaña. Era un suelo de tierra arcillosa y había un espacio bastante amplio totalmente embarrado por el que mucha gente iba caminando con el calzado adornado con tres dedos de fango. Durante un rato estuvimos observando que se hacía muy pesado para la gente caminar entre las tiendas del campamento por ciertas zonas.

Bastante pequeña e incómoda la ubicación elegida por la organización para la acampada, al menos esa en concreto. A la ubicada en la playa no fuimos.

A la hora prevista volvimos al recinto, un recinto amplio y con césped, puesto que eran dos campos de fútbol juntos, pero sin sombra alguna y con un sol que caía a plomo sobre nuestras cabezas. Vamos, que por no haber no había sombra ni debajo de los pequeños toldos de las típicas tiendas, ni en las barras.

Los primeros en actuar fueron User Ne. No los conocíamos de nada. Destacaron por la cantidad de componentes que contamos encima del escenario (creo que fueron 19) y por su teatralidad barroca expuesta en escena. Por lo demás… 

A continuación aparecían los pamploneses Dragon Lord. Por más que alguna crítica posterior los quisiese ensalzar, estos consiguieron conmigo algo que pocas bandas habían logrado hasta la fecha, molestar drásticamente a mis oídos con el Power que nos ofrecieron, sobre todo el vocalista, al menos eso es lo que pensamos los cuatro que íbamos juntos y algunos de nuestro alrededor. Será cuestión de gustos.

Onassis Day fueron los terceros en actuar. Presentaban su disco `Number´, sonaron bastante duros y dejaron buen sabor de boca.

Axxis también lo hicieron bien, se mantuvieron en su línea habitual. Con ellos se comenzó a apreciar una mejor afluencia de público que fue en notable aumento a partir de entonces.

Luego con Kamelot, que presentaban su obra maestra `Karma´, los sentimientos comenzaron a aflorar. Con la Intro `Regalis Apertura´ del disco empezaba el concierto, Intro que nos atrajo hacia las primeras filas disparados como un resorte, e inmediatamente `Forever´, con su entrada majestuosa y letal donde las haya, lograba que me cayesen dos lagrimones que se camuflaban perfectamente entre el abundante sudor que en esos momentos resbalaba por mi rostro, algo que me volvió a ocurrir cuando, transcurrido un tramo de concierto, arrancaban con las primeras notas de su ineludible temazo `Karma´. 

Aún se me ponen los pelos como escarpias cuando lo recuerdo, y eso que antes de verlos tan sólo pude escuchar el disco un par de veces porque, casualmente, me había hecho con él esa misma semana. La actuación fue muy buena. El bajista (Glenn Barry) fue espectacular, le volaban los dedos machacando las cuerdas del bajo. Nos dejó alucinados. 

De todos modos, estuvieron todos sensacionales, aunque, si he de poner algún pero, Roy Khan es quien tiene la papeleta. No lo hizo mal, pero podía haberlo hecho mucho mejor. Lo que ocurre es que... me dio la sensación de que Roy perdía bastante en vivo.

A Blaze no les hicimos prácticamente ni caso después de la experiencia que tuvimos con su líder en el festival de Villarrobledo en 1996 cuando actuó como frontman de Maiden, aunque la música de algún tema concreto nos hizo poner la oreja en un par de ocasiones. Con alguna escalada de Blaze Bayley por la estructura del escenario ejerciendo de showman, también consiguió que le echásemos un tímido vistazo al escuchar las aclamaciones que le lanzaba el público por sus "piruetas".

Instantes previos a la actuación de Grave Digger, nos dimos cuenta de que había un poco de revuelo junto a la valla en uno de los laterales del escenario. No se veía nada, pero detrás parecía que estaban los componentes del grupo y la gente levantaba los brazos para darles por encima papel y bolígrafo con el fin de lograr unos autógrafos. Nos acercamos y le pedimos a un chico extranjero bastante alto que les diese una tarjeta nuestra para que nos la firmasen, ya que la notable altura de dicha valla nos impedía llegar al objetivo, a lo que se presto amablemente. Cuando nos la devolvió le preguntamos si eran Grave Digger y nos respondió que eran Symphony X.

Autógrafos de Symphony X
A continuación saltaban a escena los Digger. Se marcaron un concierto bastante bueno, aunque ofrecieron un setlist un poco clásico para mi gusto. De todos modos, dejaron su buena marca HeavyMetalera más tradicional ofreciéndonos un directo muy pertinente a las circunstancias. La semana siguiente grabaron un DVD en el W.O.A. con un setlist muy similar al que escuchamos en Moncófar.

Más tarde In Flames arrasaban con un directo espectacular, entonces con  `Clayman´ como su último trabajo de estudio. Un concierto a la altura de los grandes, potente, con un buen sonido atronador y un juego de luces espectacular. Un directo que, sin duda, hizo mella y dejó huella entre el público asistente.

Axel Rudi Pell fue una hecatombe. Comenzaron bien, el cantante… perfecto, Axel… como siempre, Terrana… tremendo, hasta que llegó el momento en que la guitarra de Axel enmudecía. Se paró el concierto durante varios minutos para intentar solucionar el problema. Con el público impaciente y escuchándose ya algunos silbidos, arrancaban de nuevo con el directo y… otra vez Axel mudo; y más silbidos. 

Luego, Terrana nos entretenía con sus genialidades con los palillos ofreciéndonos un drums-solo arrollador que nos despistó un buen rato dejándonos boquiabiertos. Pero... tras otro intento fallido por recuperar el sonido de esa guitarra, hubo un notable enfado de Axel que terminó con la suspensión de la actuación. No me entró por buen ojo ese arrebato, aunque razón tenía para enfadarse.

Por último... Gamma Ray con Kai Hansen a la cabeza, que además ya había actuado el día anterior con Iron Savior, deleitaban a un público totalmente entregado a ellos desde el comienzo, complaciéndoles con una buena ensalada de temas, temas Helloween mezclados con los de su último y magnífico trabajo de 1999 `Power Plant´ y algún tema nuevo de su inminente `New World Order´.

Un buen festival que nos supo a poco por nuestra ausencia del viernes, pero nos creó una ilusionante expectativa pensando en la más que posible edición del año siguiente, ya que esta edición de 2001 fue el segundo éxito consecutivo del Rock Machina.

Festival conducido en las presentaciones por el carismático Oscar Sancho (Lujuria).
¿Asistentes?, aproximadamente… unos 15.000.

Mi primera pulsera festivalera.
Esta pulsera fue nuestra entrada de ese año, en taquilla nos cambiaron la de papel por la pulsera.