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La avalancha Metalica de los ´90

Al principio de ésta década el Compac Disc se colaba de lleno en el mundo de la música. Mi primer CD, `How Will I Laught Tomorrow?´ de Suicidal Tendencies, lo compré en unos grandes almacenes de Valencia en 1988. En aquel entonces muy poca gente había tenido el gusto de escuchar ese sonido tan limpio y depurado que ofrecía el CD, así que ese disco fue para mí una gran joya, además de por el sonido, por el valor que adquirió por ser el primer CD de mi colección y también por la indiscutible calidad de ese gran trabajo de los Suicidal.

Ya entrando en los ´90, el CD se consolidaba firmemente en el mercado musical y el LP dejaba de comercializarse en tiendas y grandes superficies. Así pues, con éste nuevo y tan atractivo formato (aunque echo de menos esas portadas inmensas y tan maravillosas del LP), los años 90 comenzaban a buen ritmo en lo que a la música Metal se refiere. Los grupos de Hard, Heavy y Thrash se encontraban en momentos álgidos, ya que su larga experiencia ochentera los había hecho crecer musicalmente y también como reclamo de muchos seguidores de nuevas generaciones que en los ´80 todavía andaban con el chupete en la boca sin saber lo que en aquellos años se estaba cocinando en la escena musical Metalera mundial, además de llevar “tatuados” a todos los fans más clásicos que estos grupos habían cosechado durante la década anterior y que seguían sus pasos con mucha expectación esperando nuevos trabajos que sorprendiesen por su evolución más modernista.

Pero hubo un grupo que, tras lograr alzarse a lo más alto llevando consigo a miles de seguidores, nada más comenzar esa década de los ´90, nos sorprendieron a todos por su incomprensible y lamentable frenada y marcha atrás, fueron Metallica. Para mí ésta banda fue desde 1983 hasta 1990 la mejor banda de Metal que había oído desde que comencé a escuchar ese tipo de música. Estaba totalmente entregado a ellos e iba a verlos cada vez que venían a España, teniendo ya en ese año 90 los tres primeros conciertos que ofrecieron en nuestro país a mis espaldas, los cuales pude disfrutar como muchos ni se imaginan. Y llegó el día en el que leyendo un Metal Hammer vi una noticia que jamás podía imaginar que pudiese ocurrir: Metallica iban a cambiar su look, su música, su estilo de voz convirtiéndola en una voz mucho más melódica, y su logo, ese logo que tanto me apasionaba y que en 1987 dibujé a pelo con todo el amor en mi petate militar. Se me cayó el mundo encima por la noticia y me entró un coraje indescriptible que a día de hoy todavía me dura, vamos, que fue como arrancarme algo de mis propias entrañas, como si te dejase tu novia o como si te abandonase tu mejor amigo. De todas formas, aún habiéndolo leído textualmente, no quise creer que eso pudiese suceder. Justo un año después (en 1991) vuelven a España para presentar `Metallica´, más conocido como The Black Álbum, un disco que batió records de ventas precisamente por lo comercial que fue y que todavía es. Ese LP me fue regalado en un aniversario y cuando lo escuché me defraudó muchísimo; acostumbrado a lo que venían haciendo…, un desastre. De todas formas, acudí también a ese concierto que ofrecieron en el Velódromo de Anoeta en San Sebastián justo un año después, en 1992. Todavía venían con el pelo largo y se marcaron un buen concierto animado por aquel famoso foso de las serpientes, donde se ubicaron algunos afortunados que vieron a Metallica a tan sólo unos centímetros, ya que el foso estaba situado justo en medio del escenario, mientras los allí ubicados veían como la batería, con Lars Ulrich en la banqueta, les daba vueltas con ese innovador sector del escenario en pleno movimiento. En fin, que salí de allí casi convencido de que lo que había leído en aquella revista no sería cierto y que, aparte de haber editado ese maldito Black Álbum, no serían capaces de abandonar a sus más fieles y leales seguidores en sus próximos trabajos. Pero me equivoqué; al poco tiempo aparecieron los cuatro componentes en otra revista pero con el pelo corto, lo que me ratificaba aquello que anteriormente había leído y demostrándolo todavía más cuando su siguiente lanzamiento `Load´ echaba por tierra todo lo que hasta entonces habían conseguido, dejándonos a los más fieles totalmente a un lado para intentar llegar a un público mucho más amplio con ese monstruoso e incomprensible cambio. Y lo lograron, los que hacía tan sólo un par de años odiaban a la banda empezaron a aclamarlos como Dioses, y los que amábamos a Metallica, pasamos a odiarlos con toda nuestra razón. De hecho, recuerdo un par de frases de las muchas que llegué a oír cuando escuchaba a la banda en sus comienzos y que no se me olvidarán nunca: - ¿esa música?…es como la traca valenciana -, me dijo alguien un buen día. - No sé cómo te gusta eso, ¡estás loco! -, me dijeron en otra ocasión. Y precisamente, esas dos personas y otras más que tanto me criticaron y ofendieron con sus palabras, ahora se vuelven loquitas por ver a la banda cada vez que vienen de gira, mientras que yo no iría a verlos ni aunque me regalasen la entrada. Para que ustedes me entiendan, les dejo ésta frase de fabricación propia y que he utilizado en más de una ocasión mientras discutía con algún colega sobre éste asunto:
*Actualmente, Metallica le gusta a todo el mundo, pero Metallica es un grupo que NO tiene que gustarle a todo el mundo*. Es así de simple.

A parte de éste matiz, que creo muy importante por la trascendencia que tuvo ésta banda para mí y para muchos, otras bandas continuaban dándonos alegrías sin traicionarnos y sin dejar de complacernos, ofreciéndonos ese estilo con el que tanto nos cautivaron años atrás (Exodus, Overkill, Megadeth, etc…), aunque hay que añadir que bandas como Anthrax o Sepultura bajaron muchísimo su caché tras la marcha de componentes imprescindibles como Belladona o los hermanos Cavalera, pero no cambiaron tan radicalmente como lo hicieron Metallica. Además, otras bandas y otros estilos musicales comenzaban a surgir masivamente, lo que fue dejando a Metallica muy rezagados y completamente anclados en el fango, permitiendo que bandas muy jóvenes les pasasen por encima como un huracán. Estilos como el Death, el Black, el Industrial o el Gothic entre otros, comenzaban a marcar diferencias muy significativas dentro del mundo Metalero.

Durante los primeros años de esta década pude disfrutar de algunos conciertos irrepetibles, como son el de AC/DC con Metallica o los Gun´s& Roses en el Estadio Olímpico de Montjuic. Poco después estuve desconectado del mundo Metalero por varios motivos personales que hicieron que me desentendiese de la espectacular avalancha de grupos y estilos que nos estaban invadiendo. Pero durante el segundo lustro, y habiendo solucionado mis problemas, volví a engancharme de lleno al mundillo Metálico.

En esos años comenzaron a comercializarse las plataformas digitales de televisión, y puesto que trabajaba instalando parabólicas y decodificadores de esas plataformas, decidí abonarme a una de ellas para poder disfrutar de un canal en concreto que había visto mientras comprobaba la visualización de los canales en casa de los clientes, la VH1. Todos los viernes por la noche emitían Friday Rock Show, un programa muy completo que tocaba todas las variantes del Rock y el Metal, el cual nos enganchó por completo a mí y a mi mujer. También descubrimos otro programa de la MTV que solían emitir las noches de los lunes, llamado Super Rock. Estuve grabando video-clips de estos dos canales durante tres años, lo que conllevó a que conociese grupos y estilos que se me habían pasado por alto durante el primer lustro de la década. Llegué a grabar 25 cintas de vídeo en modo LP, consiguiendo recopilar más de 1300 video-clips de todos los estilos Metal-Rock imaginables. De hecho, esas cintas que todavía conservo en buen estado, las titulé: Metal-Rock 1, 2, 3, etc… . Esto supuso ponerme de nuevo al día y fue para mí una gran fuente de información que me llenó de gran gozo por la cantidad de cosas nuevas que pude descubrir. Las bandas más clásicas aparecían en el programa como sección de Archive, lo que confirmaba que las nuevas bandas noventeras ya dominaban mayoritariamente nuestra escena musical.
Cierto día me encontraba en mi casa haciendo cargas y configuraciones con un decodificador para recepción de canales libres. Ya se sabe que ocurre con un mando si te encuentras con más de 400 canales a tu disposición, que no paras de hacer zapping buscando algo que te guste, más todavía, cuando la mayoría de esos canales son en inglés y en alemán; y eso es precisamente lo que estaba haciendo, buscar canales interesantes mientras iba ordenándolos en una lista personal, hasta que sintonicé un canal para adultos que ni siquiera emitía programación y tan sólo mostraba publicidad de los programas a los que te podías suscribir. En el preciso momento que iba a cambiar de canal, aparece repentina una música potente, contundente e innovadora que me dejó de piedra. Tan sólo duró unos segundos, pero fueron suficientes para dejarme prendado. Así que decidí aguantar en ese canal para comprobar si volvían a repetir esa publicidad. En menos de tres minutos apareció de nuevo. - ¿Quién son estos tíos? -, me preguntaba en voz alta mientas sonaban esos pocos segundos de canción. Y así me quedé, con la intriga de qué grupo podía estar sonando.

Semanas más tarde quedé con un amigo (L.H.) en mi casa para escuchar música. Cuando llegó traía consigo un CD grabado sin caja ni carátula, y me dijo: - toma, pon éste que vas a flipar, éstos sí que son contundentes -. Lo coloqué en el reproductor... y efectivamente, eran muy contundentes, pero había algo que me sonaba de antes y no sabía de qué, hasta que llegó ese tema que había escuchado por el decodificador, `Du Hast´, ¡eran Rammstein!. Cuando escuchamos el disco completo quedamos impresionados y satisfechos de haber recibido esa descarga tan brutal de Metal Industrial, estilo que todavía no conocíamos como tal y que nos encantó descubrir. Nos encontrábamos ya en 1998, justo un año después del lanzamiento de `Sehnsutch´, su segundo trabajo de estudio. Después de la experiencia, y tras enterarnos de que ese era su segundo disco, comenzamos a buscar el primero, `Herzeleid´ editado en 1995, hasta que dimos con él. Después de escucharlo efusivamente nos dimos cuenta de que esa banda iba a ser una gran banda a nivel mundial en muy pocos años, a pesar de tener más que claro y sabido que nadie o casi nadie conocía a la banda tras cinco años en activo. Así que comenzamos a divulgarlo a diestro y siniestro llevando siempre algún CD en el coche para que la gente los pudiese escuchar. A todos, repito, a todos los que pudieron escucharlos, les encantó el grupo y el estilo, lo que ratificaba nuestras predicciones. Pero lo que todavía no conocíamos era la brutal puesta en escena que llevaban consigo Rammstein en sus actuaciones. En 1999 sacan un VHS y un CD en vivo, `Live Aus Berlin´. Cuando vimos ese directo nos quedamos como tontos, a mí me caían las lágrimas de la emoción que sentía de la espectacular exhibición de fuego, luces, escenario y sonido, que se marcaron los Rammstein en el vídeo. Apoteósico, es la palabra. Así que el Metal Industrial cogía fuerza con esta magnífica banda, puesto que había grupos como Oomph!, también alemanes y más veteranos que Rammstein, que estaban en la penumbra del desconocimiento, y otros como Ministry, que todavía andaban haciendo piruetas cambiando constantemente de estilo, aunque ya se les notaba su clara inclinación a meterse en profundidad dentro del Metal Industrial.
Por otra parte, también iban sobresaliendo bandas de Black Metal como Cradle Of Filth o Dimmu Borgir, que habían editado sus primeros trabajos en 1994 y que cinco años después ya se estaban afianzando como otros grandes del Metal a nivel mundial.

El Death Metal y el Metal extremo, sobre llevar años en activo, también empiezan a coger fuerza, ya que bandas como Vader, Gorefest, Deicide, Behemoth o Decapitated, aún llevando recorrido un largo camino, no habían llegado a tan buen reconocimiento por la crudeza de sus temas cara a la galería que se etiquetaba como algo más clásica y con menos simpatía hacia grupos tan extremos, precisamente, simpatía que estos grupos pudieron recibir de fans más jóvenes de nuevas generaciones que buscan música actual y que siempre están mucho más abiertos a captar y apoyar a éste tipo de bandas.
También el Metal gótico se apuntalaba notablemente con Crematory en primera línea, los cuales llevaban desde principios de los ´90 en activo y empezaban a adquirir más fans y muy buena fama con su `Act Seven´ de 1999, disco que marcaba diferencias palpables respecto a sus predecesores.

Así pues, se acercaba ya el fin de la década y del milenio con grandes perspectivas para el Metal más extremo y moderno, y se avecinaban tiempos muy duros (Metalmente hablando) con muy buena expectativa por parte de la comunidad Metalera. Con los 2000, llegaba mi cuarta década en activo.