Personalmente, pienso que el `Morbid Tales´ de Celtic Frost podía haber ostentado ese puesto en 1984, aunque luego demostraron claramente que su estilo estaba algo más desenfocado del Death.
El plástico nos deja diez cortes brutales que se te meten en la cabeza como el sonido de un taladro. Guitarras agudas rozando la estridencia, más una batería veloz de ritmos persistentes, se entremezclan con la voz desgarradora del vocal/bass Jeff Becerra formando un cóctel letal.
Cuando adquirí tal joya, sin saber ni siquiera quienes eran Possessed, y menos aún de la reliquia que estaba añadiendo a mi discoteca, recuerdo que para traducir los títulos de las canciones al español no me hizo falta coger el diccionario:
Side A: `The Exorcist´, `Pentagram´, `Burning in
Hell´, `Evil Warriors´, `Seven Churches´.
Side B: `Satan´s Curse´, `Holly Hell´, Twisted Minds´,
`Fallen Angel´, `Death Metal´. Eso es lo que leí en la contraportada del Long Play mientras lo inspeccionaba por ambos costados incrédulo. Y sin más dilación, fue el que elegí de entre los cientos que había en esa estantería con Metal de importación. Sabía que algo diferente se escondía entre los surcos de ese vinilo y la curiosidad por saber hasta dónde iba a llegar su descarga Metalera me carcomía por dentro.
Además, el título y esas letras infernales de llama roja del logo de Possessed en la portada, adornadas con ese rabo diabólico y la cruz invertida de color blanco que resaltaba sobre fondo negro, casi te atraían como su mismo nombre indica, sobre todo por la contundencia visual que despertaba ese tipo de rótulos hacia el sector Metalero de la época aunque luego muchos se desmarcasen de ese nuevo estilo musical.
La escucha
de este disco es algo pesada y aplastante para el oído, incluso pienso que se
tarda varias escuchas en entender su brutalidad musical. No hay respiro para
los tímpanos ni para el cerebro. Pero lo más fuerte de todo es haberlo escuchado en 1987, que fue cuando lo compré. No se lo pueden imaginar si no lo escucharon por entonces. Yo no terminaba
de creerme lo que escupían los altavoces. Las caras y las reacciones de mis
colegas, cuando cierto día los invité a escuchar el disco, fueron dignas de
grabarlas en vídeo.
Sobre ser un
trabajo muy sólido, atronador y tener una reputación envidiable, quiero
destacar un pequeño pero que se acentúa bastante tras el paso de los años: la escasez
de sonidos graves contundentes, que en mi opinión, hubiesen amenizado
notablemente su escucha logrando suavizar un poco los agudos, vigorizando así la contundencia
del sonido del bombo y del bajo. Pienso que de ese modo se hubiese logrado algo más de
consistencia y dureza en los temas. Tengo claro que el sonido ha evolucionado muchísimo desde entonces y que nunca podrá sonar un disco de los ´80 como uno de 2010, pero los ecualizadores ya hacían milagros en aquellos tiempos, y aun así, siempre eché en falta en la raíz del disco los sonidos graves de gran calado, porque el ecualizador nunca terminó de curar bien ese pequeño fleco.
Un disco muy
entretenido que te trasladará a las tinieblas durante unos 38 minutos y te sacude los oídos y las neuronas como una batidora, pero vale la pena sufrirlo. Eso sí,
pínchalo cuando no estés muy estresado, porque si no… te chirriarán los
dientes.
Ojo para los más Power y Hardrockeros porque pueden espantarse.
Calificación:
****Ojo para los más Power y Hardrockeros porque pueden espantarse.
Muy buena critica y directa. Yo creo q Possesed junto a Venomy Hellstar las q ostentaron ese sonido con letras puramente satanicas.
ResponderEliminarEl sonido grave no se trabajo mucho en los 80s hasta ya bien entrado los 90s con unos inmenso Pantera
Las grabaciones de aquella epoca rodaban la edtridencia sonora y tiraban a lo cutre, ni de coña a las producciones actuales
Cierto Manuth, la producción cambió en los ´90 como de la noche a la mañana.
EliminarExcelente! Un rato de reflexión con un porro en mano, escuchando Possessed en una lúgubre noche
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