Un artilugio
que, en vastas dimensiones, solían lucir asiduamente los DJ´s ochenteros de
cualquier discoteca de la época mientras te reconcomía ese pequeño gusanillo por no poder planchar
tus orejas entre esas esponjas con piel que recubrían por completo sus
pabellones auditivos y que tan de moda se pusieron de nuevo desde principios de los años '10 del siglo XXI.
Un artilugio que en ciertos momentos consigue ahuyentarte gustosamente de los problemas
cotidianos y en otros es capaz de absorberte en las profundidades del
desánimo o la nostalgia. Eso es poderío ¡sí señor!, una simbiosis de heart & music que, sin ellos puestos
a todo meter, difícilmente podrías lograr de otro modo y en tal proporción, a no
ser que te vieses frente a un escenario de aquellos ´80 que tanto
costaba alcanzar entre el público Heavy
de la época, ese público que entonces sí solía dejar patente su gran
compromiso ante citas de cualquier estilo de Metal que se pusiese por delante. Supongo que se entiende que entonces comenzaba a moverse el engranaje del Heavy Metal y había muy pocos grupos comparado a los que hoy en día te puedes encontrar por ahí, y los que había… eran de los grandes, muy grandes. Si llegabas al escenario… la simbiosis era total.
Hablamos de
ese artilugio que machacaba nuestros tímpanos Metaleros con ritmos vertiginosos y ametralladores que hacían emerger
(sí o sí) la pasión musical del melómano Heavy
del auricular, e incluso lograba convertirse en tu compañero inseparable.
Magnífico
artilugio que, cómo no, también homenajeamos en nuestro post por lo grandioso que
fue convertirlo en otro de tapones de tamaño reducido sin la dichosa diadema, y con ese blandito centímetro de goma para introducirlo de lleno en el oído o incluso sin cable poco después. Ahora sí que se consigue una buena dosis de Metal por lo físico a través del tímpano
sin menearte del sillón si es lo que eliges en vez de caminar.Pueden dejarte como anonadado por la potencia y el huracán de calidad de audio que despiden esos “bichitos”.
Cierto es
que los “bichitos” no tienen ningún poder sobrenatural, porque el único poder
que tienen es tan natural como lo es un sentimiento cuando le das al `Play´.
Vamos, que los “bichitos” te llegan si
sabes cómo utilizarlos; transmiten.
Entonces,
pues me hago una pregunta: vistos los “apoteósicos rostros de sentimiento, pasión
y naturalidad” que nos muestran algunos famosos cuando son difundidos por
televisión con la mega-diadema de moda puesta sobre la testuz… ¿creéis que les
suena algo por los altavocillos?Cómo no, la citada diadema sonora rezuma el audio procedente de otro compañero, del cuál el artilugio en cuestión depende. Mr. Walkman
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